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jueves, 18 de agosto de 2011

SALVEMOS EL MUNDO




A Clara Salinas. A pesar de las diferencias que nos distancian, navegamos en el mismo barco hacia la libertad y la justicia.

Carlos Rivera

“Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre esta afuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor en nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro.”


Ernesto Sábato, Antes del fin



A veces me pregunto: por qué nos decimos seres humanos, por qué expresamos pertenecer a la humanidad, por qué hablamos de generación, por qué hablamos de prójimo , por qué oramos , por qué soñamos. ¿Para qué estamos en este mundo sino hacemos algo de verdad para salvarlo?
Qué miserable cuestión esta la de vivir en paraísos artificiales, de metas mediáticas en pos de alcanzar los grandes triunfos que nos impone, no Dios, ni siquiera la patria -bueno fuera- sino el mercado donde todos seguimos rituales solo de sobrevivencia. Hemos abandonado aquellos actos mágicos de la reflexión, casi nadie camina en comunión humana. Solo nos miramos como individuos sujetos de competencia. La modernidad nos ha inventado una serie de (anti)valores donde los débiles, los animales, la vida, el amor, el planeta, la familia constituyen utopías nefastas que hay que desterrar por siempre de nuestro inconsciente. Solo pensamos acomodarnos en esta modernidad, acurrucarnos en sus faldas por que de lo contrario no existes, no eres nadie, eres invisible o un pobre diablo. Cómprate tu televisor de LSD, tu Ipo, tu móvil y ya estás en la modernidad a pesar que te mueras de hambre y te quedes sin alma.

Hemos llegado a niveles increíbles de inhumanidad, hemos sobrepasado los horizontes de convivencia con el horror y la indiferencia. A los estados más le importa el digito económico de las grandes empresas y no como factor de desarrollo (político, social y cultural) sino de componenda para salvaguardar sus inmensos intereses. ¿El hombre donde está en esta preocupación?

Este capitalismo que no respeta nada, está creando androides. Seres que se levantan rumbo a su oficina, obra o parcela como robots. Regresan agotados por el trajín, sin palabras, sin fuerzas para elucubrar una sencilla frase de amor, y el hijo lo mira y se recuesta sin esperanza por que sabe que su padre se volvió mudo.

Los héroes son ahora criminales, mafiosos, políticos pendejos y corruptos. Todo es competencia, ¡mercado! Hay muchachos que se suicidan frente a una cámara web, o confabulan algún crimen como si de jugar un partido de futbol se tratara, luego la muchachada seguidora de este acto -que es suicidio por el caos social- sonríe y disfruta de la situación.

Frente a este panorama de catástrofe global donde el planeta se nos muere en nuestras propias manos y no hacemos nada por el; pretextamos que nuestras preocupaciones (egoísmo ultra) no nos permite aunarnos a un grito verdadero de salvación, de volver a esa filosofía maravillosa de amar al prójimo como a ti mismo ( por que eh ahí la cuestión mas importante: la deshumanización de estos tiempos es a causa de cerrar los ojos al dolor del otro) . Caminamos día a día y para paliar nuestra inacción cobarde rezamos o lanzamos nuestra pobre plegaria hacia algún santo, y en el fondo no es mas que una coartada para decir que en algún momento de nuestra existencia nos preocupó el asunto.
La necedad de algunos ilusos los lleva a afirmar que la verdad de la catástrofe planetaria es solo un parloteo de alarmistas y que el mundo tiene para rato, que esto no es más que un ciclo que tendrá que cumplirse. Esto no es cuestión solo de la política, ni siquiera de la tecnología o de ciencia alguna es solo asumir conciencia y darnos cuenta responsablemente de nuestro papel como ciudadanos para asegurar a los que vendrán un mundo menos criminal y mas habitable del que actualmente vivimos.
Oiga amigo o amiga ¡despierte! mire el mundo, mire su rostro, vea los ojos de un niño, contemple el cielo, tome una poca de agua, deslice sus manos por el rostro de su hijo, padre o hermano. Abrace sin culpa, y encontrará la energía para cambiar este mundo que se nos muere.
Otra vez Sábato me alumbra:

“Si, muchachos, la vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla. ES NUESTRA MISION.”

2 comentarios:

Aratr0n dijo...

despues del sabor amargo q me deja su lectura, solo me resta agradecerle tamaño bofeton.

Richard jt dijo...

Estoy de acuerdo con varios puntos, como no caer en el maquinismo tecnológico.

Pero tanto como tu texto, como el pensamiento de Sábato que extraes de su texto La resistencia, cae en el error de pensar en el grupo, en la comunidad, y no concretar su ideal en la felicidad de las personas, la felicidad de cada individuo no puede ser opacada jamás por la de un grupo, eso es simplemente dejar a la persona fuera de todo ámbito humano, usarlo como medio y no como un fin.