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sábado, 12 de marzo de 2011
LA PSICOLOGÍA DEL PLANTÓN
A PROPOSITO DEL USO DEL FRONTIS DE LA CATEDRAL DE AREQUIPA
Carlos Rivera
El plantón es una herramienta de bastante utilidad para muchos colectivos políticos, sindicatos, organizaciones de base y sobre todo para los dizques revolucionarios de la izquierda. Les resulta barata, cómoda y de fácil elaboración en sus pormenores y estrategias. Además no es necesaria la orden de alguna autoridad, seguir un manual al respecto de la actividad, o desplegar debates acerca delos fundamentos que mueven y conmueven este acto. Vaya usted nomas y agarre su lugarcito.
La sicología del plantón obedece a un hecho de legitimización que ciertos individuos le apropian de justa y necesaria por ser ciudadanos en pleno ejercicio de sus deberes y derechos, haciendo uso de la propiedad publica a su antojo. Obviamente los únicos bendecidos con este tipo de prerrogativas son los arriba mencionados. Entonces, en el frontis de la catedral podremos ver un sinfín de manifestantes, desde un sindicato de docentes que reclama que los exámenes de nombramiento sean mas fáciles, los que están en contra de Tía María, los revolucionarios que piden que baje el pan, que no se venda el gas, que se vaya el Ministro de económica, que renuncie el presidente, que se expulsen a los chilenos y que se detenga la violencia en el mundo, que llueva y así hasta el infinito.
Entonces, a cualquier churrupaco se le ocurre por decir protestar por la suba de los combustibles y va, llama a su collera, despliega papelotes (no piense en encontrar textos bien desarrollados o con una ortografía impecable, como sabemos con las justas escriben su nombre) y pintan sus intereses. Se llevan sus gorritos, uno que otro periodiquito (no para leer por cierto, sino para usarlos de sombrilla o de asiento) están a veces toda una jornada, sentados o de pie. Confundidos con los pastrulitos, parejitas enamoraditos que solo desean pasar el rato, o la gentita que vende sus golosinas quienes ya los conocen. Hasta que de pronto llega la prensa, una fotito por acá, un par de respuestas bobas acerca de su causa y bueno ya es tiempo de irse. El figuretismo también es parte del plantón.
Desde luego que hay categorías de los plantoneros (por darle membrecía alguna):
Los que se encadenan y de ahí no los saca nadie. Tal vez es su último recurso para lograr llamar la atención y logre que le solucionen su demanda.
Los que en animo de hacer un día de campo irrumpen con sus frazadas carpas, y ciertas provisiones como para una semana de protesta
Los que la utilizan como un aula publica y creen que alguien los ve y atiende sus lecciones callejeras de una historia que se la inventaron al paso, para satisfacer su ignorante ideología
Los que salen con velas en la noche en afán de causar un poco de conmiseración por su causa
Los ecologistas y artistas quienes no ofenden ni asustan a nadie
En lo personal creo que hay plantones justos, desde su origen y su fundamento, participé en las protestas diarias contra Fujimori en el 2000. Y no estoy diciendo que mi plantón si es valedero y los de ellos no, lo que digo es que lo insoportable de alguna gentuza es el abuso, la conchudez de cada adefesiero personaje que cree que el frontis de la catedral les pertenece ad infinitum, que están en su libre albedrio de tomarla para cualquier interés subalterno al de los fines para los que fue creado. Gritan furibundas arengas desde su inmaculada tribuna con toda la sacrosanta palabrería a las que no tienen acostumbrados.
Se me ocurre por lo pronto hacer un plantón contra los que hacen plantones por las puras, enrostrarles su inconsecuencia, su testarudez y su abusivo actuar contra los ciudadanos en general que solo quieren vivir en paz.
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