Carlos Rivera Quispe
Alguna prensa sandunguera y sobona se ha comprado el pleito de asumir el crecimiento de PPK como una cuestión de vida o muerte respecto a los intereses que los dueños de estos medios se están jugando en esa campaña electoral. Pero no es una cuestión de estrategia o de tomar partido defendiendo el modelo económico (el cual quieren que sea eterno e inalterable) o la defensa de alguna trinchera ideológica. Lo cual, a fin de cuentas, es derecho de cada uno. Lo único que alienta esta causa es la mamadera, el libertinaje de usar el gobierno a su antojo, esa derecha mitad mutante y mitad caníbal que ve a los presidentes títeres, a los ministros y congresistas como conejillos de indias. (La caricatura de Carlín comprando congresistas misma ama de casa que busca el regateo es contundente) y nos ayuda darnos cuenta de dicha bajeza en la que incurre Roque Benavides y su ONG pro minera.
Inflar a PPK es una tarea inmediata que han asumido los medios y la derecha en pleno. Toledo está estancado, se le acabaron los trucos, Castañeda, encima de mudo juega en solitario, abandonado sin la comparsa de equipo que equilibre sus desbarajustes o falencias; Keiko se mantiene sin la posibilidad de ganar un voto mas y a la derecha no le da ascuas jugársela con ella para salvaguardar las gollerías, pero como es común la hipocresía de sus acciones, no quiere parecer, tan, pero tan conchuda, hay que disimular y camuflar el crimen. Entonces, al hombre que le atribuyeron a principios de la campaña ser parte de un sancochado, lo ven ahora como la misma reencarnación de Milton Friedman, el tecnócrata sabiondo y cultísimo por que toca la flauta, simpático y campechano, líder de la juventud y el único que si tiene propuestas serias y responsables para el Perú y que fue el artífice del relativo éxito de la gestión de Toledo como ministro de economía y premier. En pocas palabras: el fenómeno.
Endilgarle tanta palabrería barata a PPK solo tiene un motivo: miedo. Miedo a la subida de Ollanta en las encuestas y que sea este el que pase a la segunda vuelta. Total, entre PPK y Toledo en segunda vuelta no habría un debate serio ni interesante sino un intercambio de pareceres y cortesías mutuas. El día domingo el 90 % de los programas políticos de Televisión nacional coincidieron en sendos especiales dedicados a escudriñar y analizar este fenómeno de la política peruana debido a su 10 % de IPSOS APOYO en la intención de voto.
Es que nadie le recuerda que en la campaña municipal última se la pasó en coqueteos tibios a lado de Humberto Lay, azuzando miedo porque la Villarán levantaba en las encuestas escudándose que lo hacía solo como técnico. Su hipocresía elevada en sumo grado.
Pero:
PPK no es sabio, es solo un lobbysta metido a la política como tecnócrata de repuesto al igual que Javier Silva Ruete que anduvo en similar performance en las carteras ministeriales.
PPK no es un estadista brillante, solo juega con la campechaneidad de la población y esboza un par de palabritas acorde al público donde se encuentra. Ser estadista requiere una visión de país, tener una mirada del estado, el gobierno y la nación desde una dimensión histórica, no solo desde la tecnocracia y los intereses de los inversionistas. Comunidad de país PPK.
PPK no es la representación de algo serio, de alguna coalición política formada para cambiar al país de verdad, solo es la comprara de unos desesperados y angurrientos grupúsculos que quieren ganarse la tómbola de palacio de gobierno.
PPK no es artífice del “éxito” de Toledo en su gestión como ministro, eran un equipo no se olvide míster PPK, usted no tenia varita mágica ni la sartén por el mango. Su paso por las dos carteras lo presentan como lo que es en verdad: un tecnócrata lobbysta que trabajó para sus intereses y el de sus amigos.
http://www.generaccion.com/usuarios/44383/kuczynski-lobbysta
Miguel Ángel Cornejo es una agencia del discurso mediano y frágil, las típicas generalidades del liderazgo del cual él se alucina descubridor. Es un buen orador, pero te vende gato por libre: embotella el mismo discurso, con los mismos ejemplos y parábolas para la juventud, empresarios y profesionales. Ahora ya sé por qué PPK lo contrató: ambos son gaseosos y pendejos.
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