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sábado, 28 de abril de 2012

LA VENGANZA DE HÉCTOR

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Carlos Rivera 
Aquiles estuvo a punto de   atravesar con   su lanza   el    pecho de  Héctor, quien  parecía  rendido en el suelo. Huyó de la muerte y de las embestidas de este semidiós herido en su orgullo protegido con su inseparable escudo.  Él terrible sol  acribillaba los cuerpos, la sangre  rociada en la arena en esta gran batalla dibujaban un desolador desenlace.  Aquiles arremetió con su inconmensurable fuerza. El noble y humano  Héctor  recordó todos los muertos de esta guerra, tragó saliva, "Troya, Troya" invocaba para darse  valor.  Dio un paso  hacia atrás para avanzar con inteligencia y  atacarlo con la técnica de su espada.  Recordó   en ese instante los ojos de Patroclo agonizante, aquella legedaria pelea con Áyax .   Aquiles cayó  arrodillado: la espada de Héctor  hirió mortalmente  su  talón, su único punto vulnerable. Héctor dejó el cadáver de su rival en la carroza y reconoció la valía de este  e invocó al     séquito de griegos a que se llevaran aquel  heroico cadáver, quienes  contemplaban  atónitos la derrota. Los griegos lo lloraron tres días, juraron  aniquilar  Troya. Jamás  se vio   una carnicería humana de esa magnitud, arremetieron contra  mujeres, niños y ancianos. Troya fue sitiada y Héctor  sucumbió a la derrota  y se preguntó si mejor hubiera sido caer muerto a manos de Aquiles  y evitar la infamia de la historia o del destino.

lunes, 23 de abril de 2012

CATARSIS



Carlos Rivera
¿A dónde nos llevará la vida? Te conocí en las fragosidades de un bosque, en las correrías de mi insoldable destino. Caminamos en medio de sutiles coincidencias y de muchas diferencias. Tú prefieres un aroma, yo una textura, yo el sol y tú la luna. Yo te quiero enamorar con poesía pura y tú prefieres la centellante prosa. Gustas las berenjenas y yo ni las conozco. En lo que coincidimos plenamente es en la indecisión, pero dos indecisiones juntas resultan una correcta opción. Me gusta el equilibrio de nuestros besos: húmedos, tóxicos y salvajes. Me gusta tu piel, tu cabello lacio y sublime, tus manos pequeñas y tibias, el olor a fruta de tu sexo, tus glúteos firme, el indescifrable pergamino de tu cintura y el manjar de tus montes suaves y apetecibles para mi boca. El susurro de tus palabras cuando me besas al oído, tus brazos rodeando mi cuello, tu cantar espontáneo y el maravilloso eco de tu voz cuando dices mi nombre. No sé si esta bitácora sentimental nos llevará por orillas de sufrimientos o de alegrías ¿cómo saberlo? Tampoco me importa, solo deja que nuestros cuerpos se junten, deja que mis lágrimas se refugien en tus ojos, deja que mis deseos se acurruquen en tu boca. Déjame caminar a lado tuyo mientras dure nuestra singular aventura. Ahora te amo y lo demás no importa.

domingo, 22 de abril de 2012

LOS INCOMPLETOS


Por Wilber Frisancho Del Carpio

Suicidarse, piensa, no es un acto valiente ni cobarde, sino natural y silencioso.
Es un adolescente alto y delgado, que odia a la soledad pero teme la compañía. Ha clavado su mirada en alguna parte del techo de su habitación, apoyando su espalda en una columna de éste. A pesar del oceánico silencio que requiere su plan, el volumen de su radio se encuentra altísimo, y el croquis que estaba diseñando se ha convertido rápidamente en una maraña de garabatos desperdigados en un cuaderno anillado y grueso.
Sus padres interpretan una utopía íntima. Su madre se coloca,todos los días, una almohada debajo de la bata celeste antes de iniciar su día. Se levanta con una pesadez simulada, se dirige a la cocina y busca en el refrigerador cualquier comida que alcance la categoría de “antojo”. Por otro lado, su padre está alargando su jornada ordinaria de trabajo para agradar, más de lo debido, a sus jefes más inmediatos (desde la ventana de su oficina observa a la nueva masa de despedidos, varios de ellos tienen su edad). De regreso a casa, lleva pañuelos, sonajas o cualquier juego infantil para su hijo imaginado que, sin duda alguna, es el sustento de la existencia de su compañera, y la justificación de su matrimonio.
Todavía no ilumina su habitación y baja, lentamente, el volumen de su radio. Sin embargo siente la necesidad de compensar el aletargado ambiente con una fuerte actividad suya: camina en redondo, de forma rápida y torpe, por la habitación chocando susrodillas con los cajones de su escritorio y los pies de la cama.También busca pañuelos para frenar el sudor que desciende de su frente, a sabiendas que no los usa.
Hoy es domingo, su padre podrá realizar sus ejercicios matutinos, sin apuro; fiscalizará si ha dejado algún oficio o memorando inconcluso de 10 a 12; regresará a casa y realizará un pequeño paseo con su madre.
Sus piernas flaquean y siente demasiado cansancio. Ya echado sobre su cama, soporta el ardor en sus ojos. Trata de descansar pero los gritos de sus padres lo despiertan, avisándole que darán un paseo corto por las afueras de la ciudad, él no contesta pero balbucea monosílabos que calman la inquietud de sus padres. Segundos después, siente el motor del automóvil de su familia prendido. Decide abrir las persianas y despedirlos, pero sedetiene.
Se equivocó. Sus padres todavía no han salido del edificio porque se encuentran, totalmente absortos, contemplando cómo la vecina del piso inferior le reclama al vigilante más cuidado con las cosas, éste simplemente asiente con la cabeza, de forma pasiva,pero ella persiste. Ellos se acercan y tratan de calmarla, ella los mira con reproche. Deciden dejarla y abordan al vigilante con miradas hoscas. Levanta la cabeza y dice: “La señora peleaba demasiado con su esposo e hijos, éstos decidieron tomar su cosas, incluido el automóvil” .Un poco anonadados por la repuesta, se alejan lentamente en dirección hacia la puerta de la residencial buscando un taxi confiable –el automóvil se encuentra en reparación.
A medio camino, el vigilante los alcanza y con la mano derecha les señala su apartamento, intenta decir el número pero solo emite balbuceos. Se desesperan y deciden volver. Primero imaginan un robo pero luego descartan la idea. Suben las escaleras, él másrápido que ella –obviamente–, y observa a su hijo con las manos apoyándose sobre la baranda con varios hilos de sangre que salen de sus antebrazos.
Ocurrió lo más esperado y menos deseado: un suicidio pomposo y torpe, concluye.
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Wilber Frisancho Del Carpio (Arequipa, 1986). Estudia Derecho en la Universidad Nacional de San Agustín. Su autor favorito es el Premio Nobel sudafricano J. M. Coetzee. También gusta de la obra de clásicos como Tolstoi, Stendhal y Maupassant. Entre los contemporáneos menciona al argentino Alan Pauls y al bosnio-estadounidense Aleksandar Hemon.

lunes, 9 de abril de 2012

El principio de otra historia


Rafael Barrionuevo González

Solo un fundamentalista calibre talibán, de esos que cuando pierden el reloj les da por pensar que también el tiempo se ha extinguido, sería capaz de levantarse de la cama cualquier jueves por la mañana y anunciarle a su representante editorial que el fin de la historia ha llegado. Con muchos menos trámites, Francis Fukuyama llegó a la misma conclusión hace ya varios años.

Desde aquel entonces vivimos, seguramente la post-historia de la historia. De poco le sirvió al buen Platón y a sus eternos y sucesivos hermanos pensadores, haber levantado un edificio filosófico en el que nunca faltaba lugar para todo y para todos. Eran tiempos en las que Aristóteles podía, por ejemplo, calzarse el edifico entero para cruzar el charco del Medioevo, con la certeza de que en la otra orilla ya le esperaban los albañiles del humanismo.

Discutir entonces era saludable. Los humanistas le diseñaron un estilo poco menos que ergonómico al edificio filosófico y luego vino Descartes con su huincha a medirlo todo. Gracias a este topógrafo de la razón, los planos estuvieron concluidos y cada quien pudo llevarse a casa no solo una fotocopia de los planos sino también de una maqueta a escala. Ya nadie volvería, pues, a poner en duda la certeza de la incertidumbre.

Hubo quienes, como Kant, se encerraron en sus cuartos y no volvieron a salir. Otros fueron menos audaces. Hegel para el caso desarmó la maqueta en busca de un espíritu absoluto y se encontró como si fuera poco, con la dialéctica. Marx desarmó la dialéctica y se encontró como si fuera mucho con el capital. Al rato vinieron los existencialistas decididos a quemar la maqueta, la dialéctica, el absoluto y lo que quede, en su heroico afán de salvarse a sí mismos, quiero decir, al individuo; o sea, a usted.

Aún así, y creo que por ello, la discusión seguía despertando mucho interés. En las búsquedas absolutas fueron hallados los encuentros relativos y todo bien; hasta que una de esas, el muro se cayó y de la polvareda, a falta de una corriente filosófica, se elevó una filosofía corriente. La buena nueva de la que hablé al principio, fue anunciada: el Absoluto existe. Existe y se llama América. Y América no es un continente sino un país, un símbolo, acaso un destino. Y ese es el fin de la historia, el sumidero de toda filosofía.

Que ingenuidad, después de todo, confundir el tambo con el destino, un capítulo con el índice.

Tanto neoliberalismo no puede estar equivocado: simplemente lo hace a propósito. Nos dice el mundo es mío, el resto es de ustedes. Y si encima quieren quedarse con el resto… bueno, acabemos con ellos.

Por eso ahora vivimos, presuntamente la post-historia de la historia, o mejor digamos. El preámbulo de otra historia. Escríbala usted, está en su derecho. Vístase de rebeldía y ánimo insumiso. Pueda que ellos tengan la bolsa, pero los valores los tenemos nosotros. No por gusto la existencia es una larga crónica circular que empieza justo donde, muchos creen que ha terminado.

sábado, 7 de abril de 2012

¿QUÉ PASÓ EN LAS ELECCIONES GENERALES DEL 2011?




Carlos Rivera

Preámbulo de un voto memorioso
En el 2007 Alberto Vergara publicó un libro que lleva por nombre Ni amnésicos ni irracionales. Las elecciones, peruanas del 2006 en perspectiva histórica. El fundamento del libro es trazar un panorama interpretativo acerca de los resultados y la dinámica electoral manifestado en dichas elecciones. Para ello traza una visión teórica preguntándose en las iníciales páginas, si fue primero el Estado o la Nación.
Habría que detenerse un tanto en las membrecías utilizadas por Vergara: librecambistas por liberales, intervencionistas por estatistas, (por no decir izquierda).
Los análisis desarrollados en el libro intentan romper aquella conocida fraseología de que el voto de los peruanos obedece a la amnesia e irracionalidad (Aldo Mariátegui, dixit). Ello, en razón de juicios políticos periodísticos de coyuntura. En su lugar, nos propone la tesis tradicional del voto de los electores un tanto reflexivo - o lógico-en razón de intereses y la senda de sus demandas: unos querrán más estado (a veces necesitas un juez) otras, más nación (a veces necesitas que no te discriminen). Unos tienen una visión estadonacional otros, posestadonacional.

Este planteamiento tienes sus ejes: Eje Institucional (Ley y discrecionalidad) Eje Económico (librecambismo e intervencionismo estatal) y, finalmente se complementan con los horizontes estadonacional y postestadonacional.

Entonces, los electores de los aspirantes a las elecciones del 2006, Ollanta Humala(OH)Martha Chávez(MCH) Lourdes Flores(LF) Valentín Paniagua ( VP) y Alan García(AG) ubicaron a sus candidatos en esta matriz planteada por Vergara. Pero, desde luego no son estáticas, más si constantes según concepciones históricas y sociales. Por ejemplo, en el Eje Económico hay similitud entre VP, MCH y LF, en el Eje Institucional la variable discrecionalidad une a OH, con MCH pero, los distancia la Ley. En cambio en la variable librecambista correspondiente al Eje Económico están VP, MCH, LF y, también AG (a pesar del discurso un tanto estatista pregonado en dicha coyuntura). La síntesis de Vergara, acerca de la campaña, es que Alan no ganó por la amnesia e irracionalidad de sus electores (su desastroso y corrupto gobierno era muy latente) sino por que supo ofertar respeto a la ley, al sistema, ofrecía estabilidad económica y estaba ubicado dentro de las necesidades de transformaciones que los electores requerían. Ubicándose en los dos ejes arriba mencionados. ¿Alguien dijo cambio responsable?. Pero, el único partido ofertando -sinceramente- dicho cambio, respetando la institucionalidad, la política económica, fortaleciendo el estado y la nación era Valentín Paniagua. Además de integrar el discurso de los horizontes estadonacional y posestadonacional.

Entonces…
En el 2011, tuvimos a Pedro Pablo Kuzsinski , Ollanta Humala, Luis Castañeda, Alejandro Toledo y Keiko Fujimori intentemos ubicarlos en la matriz planteada por Vergara:
PPK, LC, AT Y KF comparten el Eje económico en la variable librecambista. OH jugó en solitario como intervencionista. (Gas para los peruanos, pensión 65, revisión del TLC, nueva constitución etc.).KF librecambista estas necesidades permite que estas masas electorales interactúen sus decisiones sobre los intereses que puedan encontrar en diferentes tiendas políticas –ojo. Según su coyuntural interés y discrecionalidad.


1.-Eje económico
1.1.-Librecambista
PPK, LC, AG, KF, AT

1.2.-Intervencionista
OH
2.-Eje institucional

2.1.-Ley

PPK, LC, AG, KF, AT

2.2.-Discrecionalidad
OH, KF

Estadonacional
OH, KF, AT

Postestadonacional

PPK, LC

En la primera vuelta el universo electoral los votos oscilaron entre:
OH, KF, PPK, AT Y LC.

La segunda vuelta nos plantea el escenario:
OH vs KF.

Los candidatos perdedores (PPK, LC y Restauración Nacional ) asumieron la causa fujimorista en aras de salvaguardar el sistema económico ante la supuesta opción nacionalista de OH. Los dos extremos políticos tanto de OH como de KF provenían de un universo electoral similar (Nivel Socioeconómico D y E en gran porcentaje) habría que hacer una necesaria precisión que un porcentaje de la clase media alta orientaría su voto por KF (véase la similitud del discurso entre PPK y Keiko en la segunda vuelta). Necesitados de estado y nación. Los separaba la variable librecambista en el Eje económico.

Un nacionalismo aupado a los demonios de Chávez, Velazco Alvarado, nacionalización de la economía entre otras recusaciones.
Ya en la segunda vuelta el país se polariza: se planteo la lucha entre el sistema económico (KF) y la hecatombe estatista (OH).Entonces, la institucionalidad, el respeto a las reglas de juego claras, derechos humanos fueron temas de segundo nivel y, hasta ninguneados de los ejes discursivos de la campaña.

A manera de conclusiones:

1. En las elecciones del 2006 era uno “todos contra Ollanta”
2. En las elecciones de la segunda vuelta se manifestó una coincidencia entre los supuestos partidos democráticos y lideres como Mario Vargas Llosa apoyando a Alan García.
3. En las elecciones del 2011 en la primera vuelta eran un “todos contra Ollanta y Keiko”
4. En la segunda vuelta del 2011 lo ético, lo moral y la institucionalidad fueron temas de segundo plano.

5. Casi todos los partidos y alianzas electorales invocaban el cambio, pero respetando el modelo

6. Ollanta Humala tuvo dos discursos y planes (El primero era estatista e izquierdista, el segundo, respetando al modelo ¿Acaso otra vez el cambio responsable?)

7. Ollanta Humala tuvo que agiornarse y sucumbir ante el modelo para atraer al voto de personalidades como Mario Vargas Llosa y de otros destacados intelectuales y ciudadanos que aun conservaban vivo el recuerdo del fujimorismo.

8. La tesis de Vergara que su esquema podría ser de utilidad para intentar dilucidar el panorama de futura elecciones demuestra que solo sirvió para el 2006 por la singular coyuntura presentada en ese momento.

9. Cada elección en el Perú corresponde a un patrón diferente de conductas, reacciones y necesidades.

10. En un lapso de 5 años después del segundo periodo de Alan García, aparecieron nuevos fenómenos sociopolíticos, culturales y comunicacionales y de poner en agenda un tema capital como es el de la inclusión social, la crisis mundial y la consolidación de un discurso de izquierda ecológica aunado a un solido contingente de grupos organizados alrededor de una agenda antiminera y de lucha contra el modelo.

11. El fujimorismo en el 2006 era un movimiento que, para decirlo deportivamente, estaba en calistenia. En e 2011 se mostró como auténtica plataforma de grupo organizado, con una articulada logística, recursos económicos, bases en el interior del país y la capacidad de realizar lobbys políticos al paso.

12.- La campaña electoral solo es una fotografía, el ejercicio del gobierno ,una realidad distinta a las que los candidatos se imaginan.

13.- A veces el elector es racional, a veces amnesico,otras descree de todo. A veces añora los mesianismos e invoca su regreso.

14.- El fujimorismo, heredero de uno de los gobiernos más corruptos y criminales que hemos tenido, ofrece la mejor perfomance para la próxima campaña presidencial.

15.- La lección mas interesante que nos deja dicha coyuntura del 2011 es que la etica y la moral en la política nunca les ha importado a nuestros lideres representativos. Al final de la segunda vuelta,ninguno de los que apoyaron a Keiko , esbozó como argumento valores democraticos,de ciudadanía o institucionales. Como siempre el Perú les importó un bledo.

viernes, 6 de abril de 2012

EL SENDERO DE FUJIMORI


Carlos Rivera

El hombre que no solo robó, sino aniquiló las posibilidades de ser un país viable, decente y prospero. El hombre que gobernó de la mano de Montesinos y debutó con novísimas tácticas políticas como la yuca, el cabezazo, la pendejada, el secuestro y el chantaje, convirtiéndolas en una superestructura de miseria y podredumbre. Bueno, pues, aquí sus huestes se revisten de fanatismo y corean su nombre como si tuvieran de héroe a un Martin Luther King achinado.


El discurso de un fujimorista es digno de una testarudez tercermundista: “Él robó, pero trabajó”, “él no sabía de lo que hacía Montesinos”, “es un perseguido político”, “pacificó al Perú” ¡Por Dios! Levantemos un monumento en nombre de este estadista valiente que renunció vía fax.
Fujimori sabe muy bien que la democracia en el Perú aún está en etapa primigenia (sospecho que nunca la saboreamos a plenitud) y sus acólitos no dejan de parafrasear que pacificó el país, liberó a los rehenes de la embajada de Japón y que instauró un orden y estabilidad económica en nuestro Perú.


Mientras los seguidores de Guzmán ansían que la democracia se descalabre, y puedan aterrorizar de nuevo a los peruanos teniendo al frente del gobierno a alguien como Fujimori que ostenta un profundo desprecio por la democracia, el estado de derecho, la vida de inocentes. Así, ambos se declararían una guerra desoladora en donde prime solo un salvajismo o ultranza.

Abimael es un asesino en serie que en nombre de una utopía desató baños de sangre y dolor durante varios años. Se llevó la inocencia y tranquilidad de los peruanos. La estupidez mental le hizo creer que ajusticiar a campesinos, curas, niños, en medio de las plazas, era una táctica necesaria para aquella revolución imposible.

Fujimori, ofreció honradez, tecnología y trabajo, dejándonos miseria, atraso y desempleo, no solo nos robó el futuro, sino la conciencia, la sonrisa de los futuros niños, el precioso despertar con un pan bajo el brazo bien ganado, la alegre, mañana de saber que tenemos destino.

El castigo para estos cobardes del terror y de la mafia miserable es encerrarlos, no tras barrotes de acero, sino entre los soportes de una verdadera democracia condenándolos al olvido para que nunca, más, como decía Cesar Hildebrandt, tengamos que optar entre lo macabro y lo indeseable.

(*) Lunes, 11 de agosto del 2003

MARIO VARGAS LLOSA Y LA IDENTIDAD




Carlos Rivera
Escaramuzas librescas
Sueño y realidad de América Latina (1) es una conferencia de nuestro escritor peruano Mario Vargas Llosa (MVLL) cuando recibió el Doctor Honoris Causa por parte de la Pontificia Universidad Católica del Perú en diciembre del 2008, convertida en texto gracias al Fondo Editorial de la misma universidad.
En el libro, intenta una dilucidación acerca del destino (y por qué no decirlo, de la génesis caótica) de América Latina. Para ello, primero sazona su exposición con un acercamiento a la obra del cronista español Antonio León Pinelo, quien escribiera El paraíso en el Nuevo Mundo (2). Parte de ese libro –inteligentemente- para el desarrollo de sus tópicos porque representa la primera escaramuza literaria hecha de trozos fantásticos y exagerados revelando a nuestro continente como una fantasía digna de otro mundo (¡vaya que lo era!). Y, a lo largo de los siglos, procesos históricos y culturales hemos ficcionado una realidad alterna que no has permitido la construcción de una “utopía” (el entrecomillado es nuestro) acorde a esas necesidades de delirio que abundan en América Latina hasta la actualidad. Siguiendo la línea vargasllosiana, colegimos: continuamos heredando los caudillismos y nacionalismos muy comunes en nuestra Latinoamérica en aras de alcanzar una ansiada solución a los incurables problemas que enfrentamos hoy: pobreza, corrupción y la falta de institucionalidad que garantice seguridad y bienestar para nuestros ciudadanos.
Desde luego que la visión y perspectiva planteada en el libro no busca más que intentar que las coordenadas liberales profesadas con mucha contundencia -como diría de él, Alberto Montaner, como un rebelde ilustrado- halle un fundamento y una base en los aconteceres en América Latina para darles a las mismas una interpretación a su problemática y una prospectiva (esto no es exclusión o pretexto para deslegitimar sus ideas).
Günther Grass, Ignacio Ramonet y Régis Debray y otros intelectuales desfilan en el libro y les concede la imaginería de desear que nuestro continente se encuentre siempre como reserva o caudal de sus propias utopías ideológicas que –según MVLL- ya fracasaron en sus países de origen, o en todo caso, no les interesa establecerlas en sus propias comarcas, sino, solo dirigirlas y ver realizada la obra socialista en otras naciones. Algo así como una exportación de tácticas y utopías revolucionarias.
La tesis vargallosiana en cualquiera de sus postulados planteados, sea a nivel político, ensayístico, literario o como periodista sobre el tema de la identidad es sintética: la única identidad que existe es la individual y lo demás –la identidad social o colectiva expresada en naciones- sirven poco al desarrollo y evolución de las sociedades hacia la mentada civilización (los subrayados son nuestros)
El constructo de ideas y pensamiento de Vargas Llosa es la de un ciudadano liberal que defiende el libre mercado, la propiedad privada y la lucha por el derrumbe de las fronteras entre países y su guerra frontal contra el populismo. Pero a este constructo -valga la redundancia- de pensamiento hay que agregarle dos tópicos que en el Nobel son irrenunciables: los Derechos Humanos y la Democracia.
Tras las huellas de una interpretación identitaria
Vayamos ahora a examinar estas dos declaraciones leídas en el Seminario "Las amenazas a la democracia en América Latina: terrorismo, debilidad del estado de derecho y neopopulismo" realizado en Bogotá el 6 y 7 de noviembre del 2003(3):
1.-"El indigenismo de los años 20, que pareció haberse quedado rezagado, es hoy en día lo que está detrás de fenómenos como el señor Evo Morales, en Bolivia. En Ecuador hemos visto operando y además creando un verdadero desorden político y social.
2.- "El desarrollo y la civilización son incompatibles con ciertos fenómenos sociales y el principal de ellos es el colectivismo. Ninguna sociedad colectivista o impregnada con esa cultura es una sociedad que desarrolla, moderniza y alcanza la civilización. Si queremos alcanzar el desarrollo, si queremos elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir resueltamente esos brotes de colectivismo. Podemos derrotarlos con buenas ideas".
Declaraciones que motivaron un rechazo total hacia tamañas opiniones. Hirieron la susceptibilidad de los indígenas ecuatorianos quienes lanzaron duras críticas al escribidor. Podemos agregar al respecto que MVLL asocia ipso facto a su concepto de civilización una superioridad moral que le arrogaría una dimensión de justicia mientras que el colectivismo asociado al nacionalismo o izquierdismo camuflado, es la muestra de una superchería incivilizada y, lejana a los tópicos que practican los países que han alcanzado la modernidad. No se le puede culpar, así tan fácil, al indigenismo de los años 20 (¿o un neoindigenisno o un postindigenismo?) como elemento dinamizador de la conflictividad de estos países en aras de los deseos de transformación social y de reivindicación. Afirmar categóricamente esto, supone un conocimiento o una lectura acuciosa y metódica de la literatura de las Ciencias Sociales que se produce alrededor de estos fenómenos. Algo que desde luego Mario desconoce y plantea sus criticas desde la observancia de la mera información. subjetiva.
En un debate denominado los "Fanatismos de la identidad" (4) organizado por la revista Letras Libres en octubre del 2001, MVLL junto a otros destacados intelectuales aborda el tema de la identidad sobre un texto autobiográfico desde una circunstancia acontecida al escritor peruano Iván Thays, donde le exigían una identificación con Alianza Lima o Universitario, Thays desde luego elige una herejía: ser hincha de Boca Juniors. MVLL lo dice mejor: Yo creo que la actitud de Iván Thays es la actitud que conduce a la civilización, es decir, a los Derechos Humanos, a la coexistencia en la diversidad, a estados de derecho, a una legalidad democrática, que puede, si no erradicar la violencia en las relaciones humanas, reducirla a su mínima expresión. Porque creo que las identidades colectivas son, en un momento de la historia, inevitablemente fuente de incomunicación y de violencia.
En varias declaraciones a la prensa peruana nuestro escritor reconoce el mestizaje peruano, precisa sus distintas representaciones culturales que coexisten en el Perú. Asume que una identidad puede existir y ser positiva si es por libre elección. Sino afecta las otras voluntades y acciones (intereses) de los demás individuos será algo beneficioso, pero si esta es de carácter impositiva, será terrible.
Luego dice Mario al tratar de responderse qué somos los peruanos:
Para mí es más bien la mejor credencial de la sociedad peruana: somos todos y, por lo tanto, cualquier intento de definir una identidad colectiva en el Perú es falaz, es arbitraria, es imposible. ¿Significa eso que los peruanos carecemos de identidad? No. Significa que tenemos la identidad del no te entiendo. Somos lo que deseemos ser. Podemos elegir y mientras la sociedad peruana evolucione más y más hacia un estado de cosas en el que todos los peruanos, no sólo una minoría, pueda realmente decidir libremente qué es lo que quiere ser, cuál va a ser su identidad, estaremos más cerca de eso que he llamado “la civilización”.
Novelando la identidad
MVLL tiene un fundamento para escribir sobre la identidad: Una base sociológica, pero no desde estudios de especialista de las Ciencias Sociales, sino desde la perspectiva y la observancia de los procesos que le ha tocado vivir, estudiar y luego novelar. (La característica de su obra es del género realista. Además, una cosa es estudiar para construir una ficción y otra para conocer los fenómenos sociales y darles una interpretación y dilucidar las aristas de dichos problemas) A parte de escribir obras maestras, como La guerra del fin del mundo, La ciudad y los perros o Conversación en La Catedral por citar algunas, no son más que el reflejo de una sociedad, sin que con esto pretendamos otorgarle a la obra un derrotero histórico, político o sociológico en todo caso. De hecho un estudioso de las Ciencias Sociales como José Luis Vargas escribe: “Así, conociendo la sociedad peruana a través de la obra vargallosiana, sentí que me formaba mejor como sociólogo, aunque muchos de mis colegas pensaban que mi metodología era inapropiada, ya que, según ellos, no hay nada mejor que conocer la realidad ensuciándose los zapatos. Muchas veces me incomodó esa crítica; sin embargo, no tardé en resolverla cuando, como muchos, descubrí la relación estrecha que existe entre la sociología y la literatura” (5).
Entonces se puede deducir que las Ciencias Sociales no están ajenas a las ficciones de nuestro novelista. Es más, ese nexo de la novela vargasllosiana se alimenta inmensamente, en su gran mayoría de temáticas de la realidad peruana. Se puede aprender de la novelística de MVLL sobre la realidad pero no se le puede tomar como derrotero científico.
Debemos reconocer que la pregunta más contundente histórica, política y social acerca de nuestro país la hizo Zavalita en Conversación en la Catedral: “¿Cuando se jodió el Perú?” podemos deducir que su literatura está preñada de un interés implícito de la realidad peruana. Esto podría deberse a que MVLL nunca se ha hecho dramas con el lenguaje, jamás ha estado distante de la discusión política peruana, nunca se ha ido definitivamente de sus añoranzas que el terruño produce.
¿Quién mato a Palomino Molero?, La historia de Mayta, o Lituma en los andes nos acerca con asombrosa sorna, humor, acritud y picardía a las peculiares costumbres peruanas entorno al poder, los gustos, las manías y el choleo( cholo por los cuatro costados le hace decir a Lituma frente a la conversación que sostenía el teniente Silva con una chica decente e hija del coronel Mindreau quien perfilaba sus juntas y buen gusto amparada en las típicas divisiones sociales que existen en la actualidad que son bien descritas en ¿Quién mato a Palomino Molero?, ) propio de nuestro país.
Carlos Arturo Caballero sostiene lo siguiente en su ensayo titulado “Teoría de la novela y pensamiento político de Mario Vargas Llosa”(6)
“En este sentido, Vargas Llosa es uno de los últimos ejemplares de aquella casi extinguida especie de “los intelectuales”, es decir, de aquellos individuos que no solo se constituían como autoridades competentes en una rama del saber, sino que, además, asumían un compromiso ético con su sociedad y su época, por lo cual, nada de lo que le acontecía al ser humano les resultaba indiferente."
Caballero es claro en su conceptualización al respecto de la categoría de intelectual que le otorga a nuestro Nobel. Lógicamente, nos está hablando del escritor comprometido A continuación otro extracto donde que se propone amplificar el carácter de las opiniones y los matices que contienen.
"Varias de las afirmaciones sostenidas por Vargas Llosa podrían ser —y muchas de ellas de hecho lo son— controversiales, hepáticas, apasionadas, anacrónicas o discriminatorias, pero, si bien algunas de las críticas que recibe poseen razonables fundamentos, una buena parte de estas están conformadas por diatribas de quienes no le perdonan su constante reconstrucción, tanto ideológica como estética, o que, sorpresivamente, se aúne a defender una causa que sus supuestos aliados daban por sentado que Mario rechazaría.”
Vemos que el autor no desmerece las ideas de MVLL por sus diatribas o posiciones políticas, más sí, intenta hallarles a las críticas que se le hace un fundamento dilucidador de sus matices y su constantes reconstrucción personal de la que es objeto.
¿De qué hablamos cuando hablamos de identidad?
En MVLL hallamos la opinión de un hombre multifacético (novelista, periodista y ensayista) que ha transitado por las frondosas ensoñaciones socialistas y después ha ido evolucionando y reposando finalmente en el liberalismo.
En un artículo para el diario El País escrito el 20 de octubre de1996 (7) escribe lo siguiente: Mi vocación nació con la idea de que el trabajo literario es una responsabilidad que no se agota en lo artístico y está ligada a una preocupación moral y una acción cívica.
Como buen intelectual preparado, leído y estudioso MVLL recurre a dichas premisas para hacer crítica ensayística sobre la identidad. Pero repetimos: fundamentos en amparo de su bientencionado liberalismo.
Pero la identidad es más que reflejos, es más que coincidencias o compartimentos geográficos, la identidad peruana no se reduce a una imposición (caudillista) como afirma MVLL, o de expresiones culturales andando en la prédica de ganar adeptos. La pluralidad peruana o el mestizaje expresado de esta forma es de por si un hecho (socio-cultural) y no se puede ni debe observarse como un punto muerto o una diatriba innecesaria. Otros la denominan “construcción mental” para que al otorgarle dicha membrecía desconozcan un hecho concreto y con su propia dinámica.
Carlos Iván Degregori comentó hace más de dos décadas al respecto de la posición de MVLL acerca de la identidad
Mario Vargas Llosa, escritor con fama internacional, representa una versi6n tardía del culturalismo-evolucionismo conservador en el Perú que incluso no esta libre de fuertes elementos del elitismo y hasta racismo. Desde su primer discurso, Vargas Llosa propone como su objetivo central, la modernizaci6n del Perú, a la manera de los países europeos, para sacarlo de su supuesto estado actual de "vida bárbara"
Intentando un resumen de esta primera parte como base del bosquejo analítico que pretendemos llegar para escudriñar la tesis de MVLL ensayaremos unos tópicos que complementan las pretensiones del presente escrito.
El neoliberalismo como elemento anulador de la identidad social
El neoliberalismo ha tenido en los últimos años ante los hechos evidenciados como la caída del muro de Berlín y el derrumbe de los regímenes comunistas como la URSS, una consolidación de los espacios de comunicación y difusión de un pensamiento sobre la ideología sepultada (el socialismo). Desde los planteamientos de Hayec y Von Mises y Friedman, es poco lo que hizo la izquierda en estructurar un soporte de ideas para contrarrestar la arremetida neoliberal (y esto lo reconoce un socialista y marxista de nivel como Atilio Boron). Es en esta nueva dimensión estratégica de posicionamiento victorioso sobre la columna y financiamiento de un seudo bienestar planetario si todos seguimos los preceptos liberales: la defensa del individuo, la reducción del estado, menos regulador y más invisible frente a las inversiones y las exigencias del mundo global. Menos fronteras y más integración y apertura son sinónimos de garantía económica y jurídica que consolidan un clima de bienestar y riqueza para todos. MVLL se ha divorciado y zanjó a tiempo con el régimen de Cuba en sus tiempos de rabanito, desde ahí se ha vuelto un ciudadano del mundo como reconocido divulgador de las bondades del libre mercado. Como un quijote se ha comprado este pleito.
Entonces, su predica sobre la identidad obedece a ese orden de pensamiento. La periferia de sus críticas trasunta en comparaciones en las que casi todos los liberales incurren hoy en día como confrontar Irlanda con Perú, México con Singapur como si las realidades socio-culturales y económicas no primarían a la hora de enfrentar sus propios desafíos (y también los identitarios). Desde luego que el neoliberalismo (o liberalismo) al no ser una ideología sino un constructo que valora aspectos de rentabilidad y productividad económica y desnaturalizando los elementos que hacen sui generis a una determinada región, país o comunidad. De ahí la predica desgabilada contra los caudillismos y nacionalismos. Este pensar desde luego tiene el amparo de los grandes grupos de poder que financia conferencias y mueven sus influencias al máximo nivel para consolidar sus negocios (al margen de la noble intención tal vez de nuestro Nobel)
La perspectiva macro política es desde luego el ángulo de modelos de países y modelos de riqueza que los liberales dan sustento para su defensa: liberalismo político y liberalismo económico. Abajo las naciones, aperturas comerciales dispares son las que permiten hoy apariciones de un nuevo discurso de izquierda sobre los fundamentos de esta misma desigualdad social que fue la promesa desde hace años en los países que optaron dicha corriente como Perú(Fujimori), Argentina( Menen), Brasil(Cardoso) entre otras cosas que de seguro merece otro espacio.
El individuo frente al colectivismo
Señalado estos aspectos. Asumimos, según los socialistas que el individualismo trae desigualdad, pobreza, enriquecimiento de unos pocos y miseria para muchos. El estado debe velar por la vida de sus ciudadanos y proveerles en la satisfacción de sus necesidades. El liberalismo parte de que el ser humano es un individuo pleno y libre en las decisiones que le atañen y ajeno a las incumbencias sociales o de la masa. No ve con malos ojos que existan más ricos, y descree del estado como organizador de las políticas públicas sobre sus ciudadanos y administrador de empresas públicas y regulador de la economía. Ahora bien, estos conceptos en su interpretación dogmatica y ortodoxa generan conflictos, divide las perspectivas de la sociedad y genera un pensamiento único (aquel que tanto critican en la izquierda radical) ajeno a los valores individuales y colectivos de los dos sistemas de pensamiento.
A MANERA DE CONCLUSIONES
La tesis del pensamiento de MVLL acerca de la identidad en el Perú y América Latina obedece a sus particulares reflexiones y concepciones como hombre liberal y de ir a acorde a la evolución del mundo de las ideas y las tendencias del pensamiento. El novelista es un ingeniero de la palabra, un tecnicalista (como diría de él Luis Alberto Sánchez) que no se desprende de sus vínculos con la realidad y las manifestaciones que se dan en ella: políticas, sociales y culturales. Tenemos a un MVLL izquierdista y contestaríó de la década del 50, un conservador liberal (si esta nomenclatura existe) en los 60 y 70 y a partir de la década 80 su liberalismo es explicito aunado a una posición política que en algún momento representó junto al FREDEMO: hombre de derecha.
Ahora es un liberal que se pasea con Aznar, Vicente Fox, Alberto Montaner, entre otros líderes políticos o ex presidentes que viajan por el mundo dando conferencias anunciando la buena nueva liberal. Un día despotrica sobre Alan García y luego en el 2006, termina invocando a que voten por el candidato aprista ante la arremetida de Ollanta. En las últimas elecciones del 2011 en plena disyuntiva de la segunda vuelta, invoca a los peruanos votar por Ollanta Humala en desmedro de Keiko. Habla y escribe sobre el Perú y Arequipa y clama sus particularidades, sus valías culturales, luego toma su pluma y escribe contrariamente a todo lo que sus evocaciones del terruño le provocan.
El Mario humano es sepultado a veces por el Mario político, duro y critico de las vulgatas identitarias y a todas estas luchas sociales y de reivindicación las denigra por que a todas las ve con un mismo enfoque ( un tanto elitista y excluyente) y las aborrece por que a su juicio son obstáculos para no alcanzar la tan mentada civilización.


BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
Bibliografía consultada
1 Sueño y realidad de América Latina
2 El paraíso en el Nuevo Mundo
3 Las amenazas a la democracia en América Latina: terrorismo, debilidad del estado de derecho y neopopulismo realizado en Bogotá el 6 y 7 de noviembre del 2003(3):
4 Fanatismos de la identidad. Seminario organizado por Revista Letras Libres, octubre del 2001
5 Arequipa y el escribidor, Carlos Rivera PP (José Luis Vargas, “Mario Vargas Llosa, mis usos y costumbres” Abril del 2011).Edición del Gobierno Regional del Arequipa
6 Arequipa y el escribidor, Carlos Rivera PP (Carlos Arturo Caballero Medina, “Teoría de la novela y el pensamiento político de Mario Vargas Llosa”) Edición del Gobierno Regional de Arequipa
7 Diario El País, 20 de octubre de1996
8 ¿Caminos intricados? La narrativa de Vargas Llosa y las Ciencias Sociales. Rommel Plasencia Soto. Nómadas, Revista de Critica de Ciencias Sociales y Jurídicas- 30 /02/2011

MARIO VARGAS LLOSA Y LA IDENTIDAD

Mario Vargas Llosa y la identidad

Carlos Rivera

Escaramuzas librescas

Sueño y realidad de América Latina (1) es una conferencia de nuestro escritor peruano Mario Vargas Llosa (MVLL) cuando recibió el Doctor Honoris Causa por parte de la Pontificia Universidad Católica del Perú en diciembre del 2008, convertida en texto gracias al Fondo Editorial de la misma universidad.

En el libro, intenta una dilucidación acerca del destino (y por qué no decirlo, de la génesis caótica) de América Latina. Para ello, primero sazona su exposición con un acercamiento a la obra del cronista español Antonio León Pinelo, quien escribiera El paraíso en el Nuevo Mundo (2). Parte de ese libro –inteligentemente- para el desarrollo de sus tópicos porque representa la primera escaramuza literaria hecha de trozos fantásticos y exagerados revelando a nuestro continente como una fantasía digna de otro mundo (¡vaya que lo era!). Y, a lo largo de los siglos, procesos históricos y culturales hemos ficcionado una realidad alterna que no has permitido la construcción de una “utopía” (el entrecomillado es nuestro) acorde a esas necesidades de delirio que abundan en América Latina hasta la actualidad. Siguiendo la línea vargasllosiana, colegimos: continuamos heredando los caudillismos y nacionalismos muy comunes en nuestra Latinoamérica en aras de alcanzar una ansiada solución a los incurables problemas que enfrentamos hoy: pobreza, corrupción y la falta de institucionalidad que garantice seguridad y bienestar para nuestros ciudadanos.

Desde luego que la visión y perspectiva planteada en el libro no busca más que intentar que las coordenadas liberales profesadas con mucha contundencia -como diría de él, Alberto Montaner, como un rebelde ilustrado- halle un fundamento y una base en los aconteceres en América Latina para darles a las mismas una interpretación a su problemática y una prospectiva (esto no es exclusión o pretexto para deslegitimar sus ideas).

Günther Grass, Ignacio Ramonet y Régis Debray y otros intelectuales desfilan en el libro y les concede la imaginería de desear que nuestro continente se encuentre siempre como reserva o caudal de sus propias utopías ideológicas que –según MVLL- ya fracasaron en sus países de origen, o en todo caso, no les interesa establecerlas en sus propias comarcas, sino, solo dirigirlas y ver realizada la obra socialista en otras naciones. Algo así como una exportación de tácticas y utopías revolucionarias.

La tesis vargallosiana en cualquiera de sus postulados planteados, sea a nivel político, ensayístico, literario o como periodista sobre el tema de la identidad es sintética: la única identidad que existe es la individual y lo demás –la identidad social o colectiva expresada en naciones- sirven poco al desarrollo y evolución de las sociedades hacia la mentada civilización (los subrayados son nuestros)

El constructo de ideas y pensamiento de Vargas Llosa es la de un ciudadano liberal que defiende el libre mercado, la propiedad privada y la lucha por el derrumbe de las fronteras entre países y su guerra frontal contra el populismo. Pero a este constructo -valga la redundancia- de pensamiento hay que agregarle dos tópicos que en el Nobel son irrenunciables: los Derechos Humanos y la Democracia.

Tras las huellas de una interpretación identitaria

Vayamos ahora a examinar estas dos declaraciones leídas en el Seminario Las amenazas a la democracia en América Latina: terrorismo, debilidad del estado de derecho y neopopulismo realizado en Bogotá el 6 y 7 de noviembre del 2003(3):

1.-"El indigenismo de los años 20, que pareció haberse quedado rezagado, es hoy en día lo que está detrás de fenómenos como el señor Evo Morales, en Bolivia. En Ecuador hemos visto operando y además creando un verdadero desorden político y social.

2.- "El desarrollo y la civilización son incompatibles con ciertos fenómenos sociales y el principal de ellos es el colectivismo. Ninguna sociedad colectivista o impregnada con esa cultura es una sociedad que desarrolla, moderniza y alcanza la civilización. Si queremos alcanzar el desarrollo, si queremos elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir resueltamente esos brotes de colectivismo. Podemos derrotarlos con buenas ideas".

Declaraciones que motivaron un rechazo total hacia tamañas opiniones. Hirieron la susceptibilidad de los indígenas ecuatorianos quienes lanzaron duras críticas al escribidor. Podemos agregar al respecto que MVLL asocia ipso facto a su concepto de civilización una superioridad moral que le arrogaría una dimensión de justicia mientras que el colectivismo asociado al nacionalismo o izquierdismo camuflado, es la muestra de una superchería incivilizada y, lejana a los tópicos que practican los países que han alcanzado la modernidad. No se le puede culpar, así tan fácil, al indigenismo de los años 20 (¿o un neoindigenisno o un postindigenismo?) como elemento dinamizador de la conflictividad de estos países en aras de los deseos de transformación social y de reivindicación. Afirmar categóricamente esto, supone un conocimiento o una lectura acuciosa y metódica de la literatura de las Ciencias Sociales que se produce alrededor de estos fenómenos. Algo que desde luego Mario desconoce y plantea sus criticas desde la observancia de la mera información. subjetiva.

En un debate denominado los Fanatismos de la identidad (4) organizado por la revista Letras Libres en octubre del 2001, MVLL junto a otros destacados intelectuales aborda el tema de la identidad sobre un texto autobiográfico desde una circunstancia acontecida al escritor peruano Iván Thays, donde le exigían una identificación con Alianza Lima o Universitario, Thays desde luego elige una herejía: ser hincha de Boca Juniors. MVLL lo dice mejor: Yo creo que la actitud de Iván Thays es la actitud que conduce a la civilización, es decir, a los Derechos Humanos, a la coexistencia en la diversidad, a estados de derecho, a una legalidad democrática, que puede, si no erradicar la violencia en las relaciones humanas, reducirla a su mínima expresión. Porque creo que las identidades colectivas son, en un momento de la historia, inevitablemente fuente de incomunicación y de violencia.

En varias declaraciones a la prensa peruana nuestro escritor reconoce el mestizaje peruano, precisa sus distintas representaciones culturales que coexisten en el Perú. Asume que una identidad puede existir y ser positiva si es por libre elección. Sino afecta las otras voluntades y acciones (intereses) de los demás individuos será algo beneficioso, pero si esta es de carácter impositiva, será terrible.

Luego dice Mario al tratar de responderse qué somos los peruanos:

Para mí es más bien la mejor credencial de la sociedad peruana: somos todos y, por lo tanto, cualquier intento de definir una identidad colectiva en el Perú es falaz, es arbitraria, es imposible. ¿Significa eso que los peruanos carecemos de identidad? No. Significa que tenemos la identidad del no te entiendo. Somos lo que deseemos ser. Podemos elegir y mientras la sociedad peruana evolucione más y más hacia un estado de cosas en el que todos los peruanos, no sólo una minoría, pueda realmente decidir libremente qué es lo que quiere ser, cuál va a ser su identidad, estaremos más cerca de eso que he llamado “la civilización”.

Novelando la identidad

MVLL tiene un fundamento para escribir sobre la identidad: Una base sociológica, pero no desde estudios de especialista de las Ciencias Sociales, sino desde la perspectiva y la observancia de los procesos que le ha tocado vivir, estudiar y luego novelar. (La característica de su obra es del género realista. Además, una cosa es estudiar para construir una ficción y otra para conocer los fenómenos sociales y darles una interpretación y dilucidar las aristas de dichos problemas) A parte de escribir obras maestras, como La guerra del fin del mundo, La ciudad y los perros o Conversación en La Catedral por citar algunas, no son más que el reflejo de una sociedad, sin que con esto pretendamos otorgarle a la obra un derrotero histórico, político o sociológico en todo caso. De hecho un estudioso de las Ciencias Sociales como José Luis Vargas escribe: Así, conociendo la sociedad peruana a través de la obra vargallosiana, sentí que me formaba mejor como sociólogo, aunque muchos de mis colegas pensaban que mi metodología era inapropiada, ya que, según ellos, no hay nada mejor que conocer la realidad ensuciándose los zapatos. Muchas veces me incomodó esa crítica; sin embargo, no tardé en resolverla cuando, como muchos, descubrí la relación estrecha que existe entre la sociología y la literatura” (5).

Entonces se puede deducir que las Ciencias Sociales no están ajenas a las ficciones de nuestro novelista. Es más, ese nexo de la novela vargasllosiana se alimenta inmensamente, en su gran mayoría de temáticas de la realidad peruana. Se puede aprender de la novelística de MVLL sobre la realidad pero no se le puede tomar como derrotero científico.

Debemos reconocer que la pregunta más contundente histórica, política y social acerca de nuestro país la hizo Zavalita en Conversación en la Catedral: “¿Cuando se jodió el Perú?” podemos deducir que su literatura está preñada de un interés implícito de la realidad peruana. Esto podría deberse a que MVLL nunca se ha hecho dramas con el lenguaje, jamás ha estado distante de la discusión política peruana, nunca se ha ido definitivamente de sus añoranzas que el terruño produce.

¿Quién mato a Palomino Molero?, La historia de Mayta, o Lituma en los andes nos acerca con asombrosa sorna, humor, acritud y picardía a las peculiares costumbres peruanas entorno al poder, los gustos, las manías y el choleo( cholo por los cuatro costados le hace decir a Lituma frente a la conversación que sostenía el teniente Silva con una chica decente e hija del coronel Mindreau quien perfilaba sus juntas y buen gusto amparada en las típicas divisiones sociales que existen en la actualidad que son bien descritas en ¿Quién mato a Palomino Molero?, ) propio de nuestro país.

Carlos Arturo Caballero sostiene lo siguiente en su ensayo tituladoTeoría de la novela y pensamiento político de Mario Vargas Llosa”(6)

“En este sentido, Vargas Llosa es uno de los últimos ejemplares de aquella casi extinguida especie de “los intelectuales”, es decir, de aquellos individuos que no solo se constituían como autoridades competentes en una rama del saber, sino que, además, asumían un compromiso ético con su sociedad y su época, por lo cual, nada de lo que le acontecía al ser humano les resultaba indiferente.

Caballero es claro en su conceptualización al respecto de la categoría de intelectual que le otorga a nuestro Nobel. Lógicamente, nos está hablando del escritor comprometido A continuación otro extracto donde que se propone amplificar el carácter de las opiniones y los matices que contienen.

Varias de las afirmaciones sostenidas por Vargas Llosa podrían ser —y muchas de ellas de hecho lo son— controversiales, hepáticas, apasionadas, anacrónicas o discriminatorias, pero, si bien algunas de las críticas que recibe poseen razonables fundamentos, una buena parte de estas están conformadas por diatribas de quienes no le perdonan su constante reconstrucción, tanto ideológica como estética, o que, sorpresivamente, se aúne a defender una causa que sus supuestos aliados daban por sentado que Mario rechazaría.”

Vemos que el autor no desmerece las ideas de MVLL por sus diatribas o posiciones políticas, más sí, intenta hallarles a las críticas que se le hace un fundamento dilucidador de sus matices y su constantes reconstrucción personal de la que es objeto.

¿De qué hablamos cuando hablamos de identidad?

En MVLL hallamos la opinión de un hombre multifacético (novelista, periodista y ensayista) que ha transitado por las frondosas ensoñaciones socialistas y después ha ido evolucionando y reposando finalmente en el liberalismo.

En un artículo para el diario El País escrito el 20 de octubre de1996 (7) escribe lo siguiente: Mi vocación nació con la idea de que el trabajo literario es una responsabilidad que no se agota en lo artístico y está ligada a una preocupación moral y una acción cívica.

Como buen intelectual preparado, leído y estudioso MVLL recurre a dichas premisas para hacer crítica ensayística sobre la identidad. Pero repetimos: fundamentos en amparo de su bientencionado liberalismo.

Pero la identidad es más que reflejos, es más que coincidencias o compartimentos geográficos, la identidad peruana no se reduce a una imposición (caudillista) como afirma MVLL, o de expresiones culturales andando en la prédica de ganar adeptos. La pluralidad peruana o el mestizaje expresado de esta forma es de por si un hecho (social-cultural) y no se puede ni debe observarse como un punto muerto o una diatriba innecesaria. Otros la denominan “construcción mental” para que al otorgarle dicha membrecía desconozcan un hecho concreto y con su propia dinámica.

Carlos Iván Degregori comenta hace más de dos décadas al respecto de la posición de MVLL acerca de la identidad

Mario Vargas Llosa, escritor con fama internacional, representa una versi6n tardía del culturalismo-evolucionismo conservador en el Perú que incluso no esta libre de fuertes elementos del elitismo y hasta racismo. Desde su primer discurso, Vargas Llosa propone como su objetivo central, la modernizaci6n del Perú, a la manera de los países europeos, para sacarlo de su supuesto estado actual de "vida bárbara"

Intentando un resumen de esta primera parte como base del bosquejo analítico que pretendemos llegar para escudriñar la tesis de MVLL ensayaremos unos tópicos que complementan las pretensiones del presente escrito.

El neoliberalismo como elemento anulador de la identidad social

El neoliberalismo ha tenido en los últimos años ante los hechos evidenciados como la caída del muro de Berlín y el derrumbe de los regímenes comunistas como la URSS, una consolidación de los espacios de comunicación y difusión de un pensamiento sobre la ideología sepultada (el socialismo). Desde los planteamientos de Hayec y Von Mises y Friedman, es poco lo que hizo la izquierda en estructurar un soporte de ideas para contrarrestar la arremetida neoliberal (y esto lo reconoce un socialista y marxista de nivel como Atilio Boron). Es en esta nueva dimensión estratégica de posicionamiento victorioso sobre la columna y financiamiento de un seudo bienestar planetario si todos seguimos los preceptos liberales: la defensa del individuo, la reducción del estado, menos regulador y más invisible frente a las inversiones y las exigencias del mundo global. Menos fronteras y más integración y apertura son sinónimos de garantía económica y jurídica que consolidan un clima de bienestar y riqueza para todos. MVLL se ha divorciado y zanjó a tiempo con el régimen de Cuba en sus tiempos de rabanito, desde ahí se ha vuelto un ciudadano del mundo como reconocido divulgador de las bondades del libre mercado. Como un quijote se ha comprado este pleito.

Entonces, su predica sobre la identidad obedece a ese orden de pensamiento. La periferia de sus críticas trasunta en comparaciones en las que casi todos los liberales incurren hoy en día como confrontar Irlanda con Perú, México con Singapur como si las realidades socio-culturales y económicas no primarían a la hora de enfrentar sus propios desafíos (y también los identitarios). Desde luego que el neoliberalismo (o liberalismo) al no ser una ideología sino un constructo que valora aspectos de rentabilidad y productividad económica y desnaturalizando los elementos que hacen sui generis a una determinada región, país o comunidad. De ahí la predica desgabilada contra los caudillismos y nacionalismos. Este pensar desde luego tiene el amparo de los grandes grupos de poder que financia conferencias y mueven sus influencias al máximo nivel para consolidar sus negocios (al margen de la noble intención tal vez de nuestro Nobel)

La perspectiva macro política es desde luego el ángulo de modelos de países y modelos de riqueza que los liberales dan sustento para su defensa: liberalismo político y liberalismo económico. Abajo las naciones, aperturas comerciales dispares son las que permiten hoy apariciones de un nuevo discurso de izquierda sobre los fundamentos de esta misma desigualdad social que fue la promesa desde hace años en los países que optaron dicha corriente como Perú(Fujimori), Argentina( Menen), Brasil(Cardoso) entre otras cosas que de seguro merece otro espacio.

El individuo frente al colectivismo

Señalado estos aspectos. Asumimos, según los socialistas que el individualismo trae desigualdad, pobreza, enriquecimiento de unos pocos y miseria para muchos. El estado debe velar por la vida de sus ciudadanos y proveerles en la satisfacción de sus necesidades. El liberalismo parte de que el ser humano es un individuo pleno y libre en las decisiones que le atañen y ajeno a las incumbencias sociales o de la masa. No ve con malos ojos que existan más ricos, y descree del estado como organizador de las políticas públicas sobre sus ciudadanos y administrador de empresas públicas y regulador de la economía. Ahora bien, estos conceptos en su interpretación dogmatica y ortodoxa generan conflictos, divide las perspectivas de la sociedad y genera un pensamiento único (aquel que tanto critican en la izquierda radical) ajeno a los valores individuales y colectivos de los dos sistemas de pensamiento.

A MANERA DE CONCLUSIONES

La tesis del pensamiento de MVLL acerca de la identidad en el Perú y América Latina obedece a sus particulares reflexiones y concepciones como hombre liberal y de ir a acorde a la evolución del mundo de las ideas y las tendencias del pensamiento. El novelista es un ingeniero de la palabra, un tecnicalista (como diría de él Luis Alberto Sánchez) que no se desprende de sus vínculos con la realidad y las manifestaciones que se dan en ella: políticas, sociales y culturales. Tenemos a un MVLL izquierdista y contestaríó de la década del 50, un conservador liberal (si esta nomenclatura existe) en los 60 y 70 y a partir de la década 80 su liberalismo es explicito aunado a una posición política que en algún momento representó junto al FREDEMO: hombre de derecha.

Ahora es un liberal que se pasea con Aznar, Vicente Fox, Alberto Montaner, entre otros líderes políticos o ex presidentes que viajan por el mundo dando conferencias anunciando la buena nueva liberal. Un día despotrica sobre Alan García y luego en el 2006, termina invocando a que voten por el candidato aprista ante la arremetida de Ollanta. En las últimas elecciones del 2011 en plena disyuntiva de la segunda vuelta, invoca a los peruanos votar por Ollanta Humala en desmedro de Keiko. Habla y escribe sobre el Perú y Arequipa y clama sus particularidades, sus valías culturales, luego toma su pluma y escribe contrariamente a todo lo que sus evocaciones del terruño le provocan.

El Mario humano es sepultado a veces por el Mario político, duro y critico de las vulgatas identitarias y a todas estas luchas sociales y de reivindicación las denigra por que a todas las ve con un mismo enfoque ( un tanto elitista y excluyente) y las aborrece por que a su juicio son obstáculos para no alcanzar la tan mentada civilización.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Bibliografía consultada

1 Sueño y realidad de América Latina

2 El paraíso en el Nuevo Mundo

3 Las amenazas a la democracia en América Latina: terrorismo, debilidad del estado de derecho y neopopulismo realizado en Bogotá el 6 y 7 de noviembre del 2003(3):

4 Fanatismos de la identidad. Seminario organizado por Revista Letras Libres, octubre del 2001

5 Arequipa y el escribidor, Carlos Rivera PP (José Luis Vargas, “Mario Vargas Llosa, mis usos y costumbres” Abril del 2011).Edición del Gobierno Regional del Arequipa

6 Arequipa y el escribidor, Carlos Rivera PP (Carlos Arturo Caballero Medina, “Teoría de la novela y el pensamiento político de Mario Vargas Llosa”) Edición del Gobierno Regional de Arequipa

7 Diario El País, 20 de octubre de1996

8 ¿Caminos intricados? La narrativa de Vargas Llosa y las Ciencias Sociales. Rommel Plasencia Soto. Nómadas, Revista de Critica de Ciencias Sociales y Jurídicas- 30 /02/2011