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viernes, 6 de abril de 2012

MARIO VARGAS LLOSA Y LA IDENTIDAD




Carlos Rivera
Escaramuzas librescas
Sueño y realidad de América Latina (1) es una conferencia de nuestro escritor peruano Mario Vargas Llosa (MVLL) cuando recibió el Doctor Honoris Causa por parte de la Pontificia Universidad Católica del Perú en diciembre del 2008, convertida en texto gracias al Fondo Editorial de la misma universidad.
En el libro, intenta una dilucidación acerca del destino (y por qué no decirlo, de la génesis caótica) de América Latina. Para ello, primero sazona su exposición con un acercamiento a la obra del cronista español Antonio León Pinelo, quien escribiera El paraíso en el Nuevo Mundo (2). Parte de ese libro –inteligentemente- para el desarrollo de sus tópicos porque representa la primera escaramuza literaria hecha de trozos fantásticos y exagerados revelando a nuestro continente como una fantasía digna de otro mundo (¡vaya que lo era!). Y, a lo largo de los siglos, procesos históricos y culturales hemos ficcionado una realidad alterna que no has permitido la construcción de una “utopía” (el entrecomillado es nuestro) acorde a esas necesidades de delirio que abundan en América Latina hasta la actualidad. Siguiendo la línea vargasllosiana, colegimos: continuamos heredando los caudillismos y nacionalismos muy comunes en nuestra Latinoamérica en aras de alcanzar una ansiada solución a los incurables problemas que enfrentamos hoy: pobreza, corrupción y la falta de institucionalidad que garantice seguridad y bienestar para nuestros ciudadanos.
Desde luego que la visión y perspectiva planteada en el libro no busca más que intentar que las coordenadas liberales profesadas con mucha contundencia -como diría de él, Alberto Montaner, como un rebelde ilustrado- halle un fundamento y una base en los aconteceres en América Latina para darles a las mismas una interpretación a su problemática y una prospectiva (esto no es exclusión o pretexto para deslegitimar sus ideas).
Günther Grass, Ignacio Ramonet y Régis Debray y otros intelectuales desfilan en el libro y les concede la imaginería de desear que nuestro continente se encuentre siempre como reserva o caudal de sus propias utopías ideológicas que –según MVLL- ya fracasaron en sus países de origen, o en todo caso, no les interesa establecerlas en sus propias comarcas, sino, solo dirigirlas y ver realizada la obra socialista en otras naciones. Algo así como una exportación de tácticas y utopías revolucionarias.
La tesis vargallosiana en cualquiera de sus postulados planteados, sea a nivel político, ensayístico, literario o como periodista sobre el tema de la identidad es sintética: la única identidad que existe es la individual y lo demás –la identidad social o colectiva expresada en naciones- sirven poco al desarrollo y evolución de las sociedades hacia la mentada civilización (los subrayados son nuestros)
El constructo de ideas y pensamiento de Vargas Llosa es la de un ciudadano liberal que defiende el libre mercado, la propiedad privada y la lucha por el derrumbe de las fronteras entre países y su guerra frontal contra el populismo. Pero a este constructo -valga la redundancia- de pensamiento hay que agregarle dos tópicos que en el Nobel son irrenunciables: los Derechos Humanos y la Democracia.
Tras las huellas de una interpretación identitaria
Vayamos ahora a examinar estas dos declaraciones leídas en el Seminario "Las amenazas a la democracia en América Latina: terrorismo, debilidad del estado de derecho y neopopulismo" realizado en Bogotá el 6 y 7 de noviembre del 2003(3):
1.-"El indigenismo de los años 20, que pareció haberse quedado rezagado, es hoy en día lo que está detrás de fenómenos como el señor Evo Morales, en Bolivia. En Ecuador hemos visto operando y además creando un verdadero desorden político y social.
2.- "El desarrollo y la civilización son incompatibles con ciertos fenómenos sociales y el principal de ellos es el colectivismo. Ninguna sociedad colectivista o impregnada con esa cultura es una sociedad que desarrolla, moderniza y alcanza la civilización. Si queremos alcanzar el desarrollo, si queremos elegir la civilización y la moralidad, tenemos que combatir resueltamente esos brotes de colectivismo. Podemos derrotarlos con buenas ideas".
Declaraciones que motivaron un rechazo total hacia tamañas opiniones. Hirieron la susceptibilidad de los indígenas ecuatorianos quienes lanzaron duras críticas al escribidor. Podemos agregar al respecto que MVLL asocia ipso facto a su concepto de civilización una superioridad moral que le arrogaría una dimensión de justicia mientras que el colectivismo asociado al nacionalismo o izquierdismo camuflado, es la muestra de una superchería incivilizada y, lejana a los tópicos que practican los países que han alcanzado la modernidad. No se le puede culpar, así tan fácil, al indigenismo de los años 20 (¿o un neoindigenisno o un postindigenismo?) como elemento dinamizador de la conflictividad de estos países en aras de los deseos de transformación social y de reivindicación. Afirmar categóricamente esto, supone un conocimiento o una lectura acuciosa y metódica de la literatura de las Ciencias Sociales que se produce alrededor de estos fenómenos. Algo que desde luego Mario desconoce y plantea sus criticas desde la observancia de la mera información. subjetiva.
En un debate denominado los "Fanatismos de la identidad" (4) organizado por la revista Letras Libres en octubre del 2001, MVLL junto a otros destacados intelectuales aborda el tema de la identidad sobre un texto autobiográfico desde una circunstancia acontecida al escritor peruano Iván Thays, donde le exigían una identificación con Alianza Lima o Universitario, Thays desde luego elige una herejía: ser hincha de Boca Juniors. MVLL lo dice mejor: Yo creo que la actitud de Iván Thays es la actitud que conduce a la civilización, es decir, a los Derechos Humanos, a la coexistencia en la diversidad, a estados de derecho, a una legalidad democrática, que puede, si no erradicar la violencia en las relaciones humanas, reducirla a su mínima expresión. Porque creo que las identidades colectivas son, en un momento de la historia, inevitablemente fuente de incomunicación y de violencia.
En varias declaraciones a la prensa peruana nuestro escritor reconoce el mestizaje peruano, precisa sus distintas representaciones culturales que coexisten en el Perú. Asume que una identidad puede existir y ser positiva si es por libre elección. Sino afecta las otras voluntades y acciones (intereses) de los demás individuos será algo beneficioso, pero si esta es de carácter impositiva, será terrible.
Luego dice Mario al tratar de responderse qué somos los peruanos:
Para mí es más bien la mejor credencial de la sociedad peruana: somos todos y, por lo tanto, cualquier intento de definir una identidad colectiva en el Perú es falaz, es arbitraria, es imposible. ¿Significa eso que los peruanos carecemos de identidad? No. Significa que tenemos la identidad del no te entiendo. Somos lo que deseemos ser. Podemos elegir y mientras la sociedad peruana evolucione más y más hacia un estado de cosas en el que todos los peruanos, no sólo una minoría, pueda realmente decidir libremente qué es lo que quiere ser, cuál va a ser su identidad, estaremos más cerca de eso que he llamado “la civilización”.
Novelando la identidad
MVLL tiene un fundamento para escribir sobre la identidad: Una base sociológica, pero no desde estudios de especialista de las Ciencias Sociales, sino desde la perspectiva y la observancia de los procesos que le ha tocado vivir, estudiar y luego novelar. (La característica de su obra es del género realista. Además, una cosa es estudiar para construir una ficción y otra para conocer los fenómenos sociales y darles una interpretación y dilucidar las aristas de dichos problemas) A parte de escribir obras maestras, como La guerra del fin del mundo, La ciudad y los perros o Conversación en La Catedral por citar algunas, no son más que el reflejo de una sociedad, sin que con esto pretendamos otorgarle a la obra un derrotero histórico, político o sociológico en todo caso. De hecho un estudioso de las Ciencias Sociales como José Luis Vargas escribe: “Así, conociendo la sociedad peruana a través de la obra vargallosiana, sentí que me formaba mejor como sociólogo, aunque muchos de mis colegas pensaban que mi metodología era inapropiada, ya que, según ellos, no hay nada mejor que conocer la realidad ensuciándose los zapatos. Muchas veces me incomodó esa crítica; sin embargo, no tardé en resolverla cuando, como muchos, descubrí la relación estrecha que existe entre la sociología y la literatura” (5).
Entonces se puede deducir que las Ciencias Sociales no están ajenas a las ficciones de nuestro novelista. Es más, ese nexo de la novela vargasllosiana se alimenta inmensamente, en su gran mayoría de temáticas de la realidad peruana. Se puede aprender de la novelística de MVLL sobre la realidad pero no se le puede tomar como derrotero científico.
Debemos reconocer que la pregunta más contundente histórica, política y social acerca de nuestro país la hizo Zavalita en Conversación en la Catedral: “¿Cuando se jodió el Perú?” podemos deducir que su literatura está preñada de un interés implícito de la realidad peruana. Esto podría deberse a que MVLL nunca se ha hecho dramas con el lenguaje, jamás ha estado distante de la discusión política peruana, nunca se ha ido definitivamente de sus añoranzas que el terruño produce.
¿Quién mato a Palomino Molero?, La historia de Mayta, o Lituma en los andes nos acerca con asombrosa sorna, humor, acritud y picardía a las peculiares costumbres peruanas entorno al poder, los gustos, las manías y el choleo( cholo por los cuatro costados le hace decir a Lituma frente a la conversación que sostenía el teniente Silva con una chica decente e hija del coronel Mindreau quien perfilaba sus juntas y buen gusto amparada en las típicas divisiones sociales que existen en la actualidad que son bien descritas en ¿Quién mato a Palomino Molero?, ) propio de nuestro país.
Carlos Arturo Caballero sostiene lo siguiente en su ensayo titulado “Teoría de la novela y pensamiento político de Mario Vargas Llosa”(6)
“En este sentido, Vargas Llosa es uno de los últimos ejemplares de aquella casi extinguida especie de “los intelectuales”, es decir, de aquellos individuos que no solo se constituían como autoridades competentes en una rama del saber, sino que, además, asumían un compromiso ético con su sociedad y su época, por lo cual, nada de lo que le acontecía al ser humano les resultaba indiferente."
Caballero es claro en su conceptualización al respecto de la categoría de intelectual que le otorga a nuestro Nobel. Lógicamente, nos está hablando del escritor comprometido A continuación otro extracto donde que se propone amplificar el carácter de las opiniones y los matices que contienen.
"Varias de las afirmaciones sostenidas por Vargas Llosa podrían ser —y muchas de ellas de hecho lo son— controversiales, hepáticas, apasionadas, anacrónicas o discriminatorias, pero, si bien algunas de las críticas que recibe poseen razonables fundamentos, una buena parte de estas están conformadas por diatribas de quienes no le perdonan su constante reconstrucción, tanto ideológica como estética, o que, sorpresivamente, se aúne a defender una causa que sus supuestos aliados daban por sentado que Mario rechazaría.”
Vemos que el autor no desmerece las ideas de MVLL por sus diatribas o posiciones políticas, más sí, intenta hallarles a las críticas que se le hace un fundamento dilucidador de sus matices y su constantes reconstrucción personal de la que es objeto.
¿De qué hablamos cuando hablamos de identidad?
En MVLL hallamos la opinión de un hombre multifacético (novelista, periodista y ensayista) que ha transitado por las frondosas ensoñaciones socialistas y después ha ido evolucionando y reposando finalmente en el liberalismo.
En un artículo para el diario El País escrito el 20 de octubre de1996 (7) escribe lo siguiente: Mi vocación nació con la idea de que el trabajo literario es una responsabilidad que no se agota en lo artístico y está ligada a una preocupación moral y una acción cívica.
Como buen intelectual preparado, leído y estudioso MVLL recurre a dichas premisas para hacer crítica ensayística sobre la identidad. Pero repetimos: fundamentos en amparo de su bientencionado liberalismo.
Pero la identidad es más que reflejos, es más que coincidencias o compartimentos geográficos, la identidad peruana no se reduce a una imposición (caudillista) como afirma MVLL, o de expresiones culturales andando en la prédica de ganar adeptos. La pluralidad peruana o el mestizaje expresado de esta forma es de por si un hecho (socio-cultural) y no se puede ni debe observarse como un punto muerto o una diatriba innecesaria. Otros la denominan “construcción mental” para que al otorgarle dicha membrecía desconozcan un hecho concreto y con su propia dinámica.
Carlos Iván Degregori comentó hace más de dos décadas al respecto de la posición de MVLL acerca de la identidad
Mario Vargas Llosa, escritor con fama internacional, representa una versi6n tardía del culturalismo-evolucionismo conservador en el Perú que incluso no esta libre de fuertes elementos del elitismo y hasta racismo. Desde su primer discurso, Vargas Llosa propone como su objetivo central, la modernizaci6n del Perú, a la manera de los países europeos, para sacarlo de su supuesto estado actual de "vida bárbara"
Intentando un resumen de esta primera parte como base del bosquejo analítico que pretendemos llegar para escudriñar la tesis de MVLL ensayaremos unos tópicos que complementan las pretensiones del presente escrito.
El neoliberalismo como elemento anulador de la identidad social
El neoliberalismo ha tenido en los últimos años ante los hechos evidenciados como la caída del muro de Berlín y el derrumbe de los regímenes comunistas como la URSS, una consolidación de los espacios de comunicación y difusión de un pensamiento sobre la ideología sepultada (el socialismo). Desde los planteamientos de Hayec y Von Mises y Friedman, es poco lo que hizo la izquierda en estructurar un soporte de ideas para contrarrestar la arremetida neoliberal (y esto lo reconoce un socialista y marxista de nivel como Atilio Boron). Es en esta nueva dimensión estratégica de posicionamiento victorioso sobre la columna y financiamiento de un seudo bienestar planetario si todos seguimos los preceptos liberales: la defensa del individuo, la reducción del estado, menos regulador y más invisible frente a las inversiones y las exigencias del mundo global. Menos fronteras y más integración y apertura son sinónimos de garantía económica y jurídica que consolidan un clima de bienestar y riqueza para todos. MVLL se ha divorciado y zanjó a tiempo con el régimen de Cuba en sus tiempos de rabanito, desde ahí se ha vuelto un ciudadano del mundo como reconocido divulgador de las bondades del libre mercado. Como un quijote se ha comprado este pleito.
Entonces, su predica sobre la identidad obedece a ese orden de pensamiento. La periferia de sus críticas trasunta en comparaciones en las que casi todos los liberales incurren hoy en día como confrontar Irlanda con Perú, México con Singapur como si las realidades socio-culturales y económicas no primarían a la hora de enfrentar sus propios desafíos (y también los identitarios). Desde luego que el neoliberalismo (o liberalismo) al no ser una ideología sino un constructo que valora aspectos de rentabilidad y productividad económica y desnaturalizando los elementos que hacen sui generis a una determinada región, país o comunidad. De ahí la predica desgabilada contra los caudillismos y nacionalismos. Este pensar desde luego tiene el amparo de los grandes grupos de poder que financia conferencias y mueven sus influencias al máximo nivel para consolidar sus negocios (al margen de la noble intención tal vez de nuestro Nobel)
La perspectiva macro política es desde luego el ángulo de modelos de países y modelos de riqueza que los liberales dan sustento para su defensa: liberalismo político y liberalismo económico. Abajo las naciones, aperturas comerciales dispares son las que permiten hoy apariciones de un nuevo discurso de izquierda sobre los fundamentos de esta misma desigualdad social que fue la promesa desde hace años en los países que optaron dicha corriente como Perú(Fujimori), Argentina( Menen), Brasil(Cardoso) entre otras cosas que de seguro merece otro espacio.
El individuo frente al colectivismo
Señalado estos aspectos. Asumimos, según los socialistas que el individualismo trae desigualdad, pobreza, enriquecimiento de unos pocos y miseria para muchos. El estado debe velar por la vida de sus ciudadanos y proveerles en la satisfacción de sus necesidades. El liberalismo parte de que el ser humano es un individuo pleno y libre en las decisiones que le atañen y ajeno a las incumbencias sociales o de la masa. No ve con malos ojos que existan más ricos, y descree del estado como organizador de las políticas públicas sobre sus ciudadanos y administrador de empresas públicas y regulador de la economía. Ahora bien, estos conceptos en su interpretación dogmatica y ortodoxa generan conflictos, divide las perspectivas de la sociedad y genera un pensamiento único (aquel que tanto critican en la izquierda radical) ajeno a los valores individuales y colectivos de los dos sistemas de pensamiento.
A MANERA DE CONCLUSIONES
La tesis del pensamiento de MVLL acerca de la identidad en el Perú y América Latina obedece a sus particulares reflexiones y concepciones como hombre liberal y de ir a acorde a la evolución del mundo de las ideas y las tendencias del pensamiento. El novelista es un ingeniero de la palabra, un tecnicalista (como diría de él Luis Alberto Sánchez) que no se desprende de sus vínculos con la realidad y las manifestaciones que se dan en ella: políticas, sociales y culturales. Tenemos a un MVLL izquierdista y contestaríó de la década del 50, un conservador liberal (si esta nomenclatura existe) en los 60 y 70 y a partir de la década 80 su liberalismo es explicito aunado a una posición política que en algún momento representó junto al FREDEMO: hombre de derecha.
Ahora es un liberal que se pasea con Aznar, Vicente Fox, Alberto Montaner, entre otros líderes políticos o ex presidentes que viajan por el mundo dando conferencias anunciando la buena nueva liberal. Un día despotrica sobre Alan García y luego en el 2006, termina invocando a que voten por el candidato aprista ante la arremetida de Ollanta. En las últimas elecciones del 2011 en plena disyuntiva de la segunda vuelta, invoca a los peruanos votar por Ollanta Humala en desmedro de Keiko. Habla y escribe sobre el Perú y Arequipa y clama sus particularidades, sus valías culturales, luego toma su pluma y escribe contrariamente a todo lo que sus evocaciones del terruño le provocan.
El Mario humano es sepultado a veces por el Mario político, duro y critico de las vulgatas identitarias y a todas estas luchas sociales y de reivindicación las denigra por que a todas las ve con un mismo enfoque ( un tanto elitista y excluyente) y las aborrece por que a su juicio son obstáculos para no alcanzar la tan mentada civilización.


BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
Bibliografía consultada
1 Sueño y realidad de América Latina
2 El paraíso en el Nuevo Mundo
3 Las amenazas a la democracia en América Latina: terrorismo, debilidad del estado de derecho y neopopulismo realizado en Bogotá el 6 y 7 de noviembre del 2003(3):
4 Fanatismos de la identidad. Seminario organizado por Revista Letras Libres, octubre del 2001
5 Arequipa y el escribidor, Carlos Rivera PP (José Luis Vargas, “Mario Vargas Llosa, mis usos y costumbres” Abril del 2011).Edición del Gobierno Regional del Arequipa
6 Arequipa y el escribidor, Carlos Rivera PP (Carlos Arturo Caballero Medina, “Teoría de la novela y el pensamiento político de Mario Vargas Llosa”) Edición del Gobierno Regional de Arequipa
7 Diario El País, 20 de octubre de1996
8 ¿Caminos intricados? La narrativa de Vargas Llosa y las Ciencias Sociales. Rommel Plasencia Soto. Nómadas, Revista de Critica de Ciencias Sociales y Jurídicas- 30 /02/2011

1 comentario:

Charlie Caballero dijo...

Hola Carlos, gracias por mencionarme en tu artículo. Unos comentarios. en el balance MVLL propone un liberalismo integral que equilibre lo político y lo económico, ello lo distancia del neoliberalismo que enfatiza lo economico. Prueba de ello es su discrepancia con dictaduras de derecha economicamente exitosas.

El problema surge cuando opina sobre la cultura. Aqui VLL es tremendamente conservador y sigue anclado en el siglo XIX en la discusion civilizacion/barbarie, ya superada en las ciencias sociales hoy.

También ello se traslada a su idea de identidad. Esta no se forma de manera autonoma sino en la red de vinculos con los otros y con la historia. Pero VLL confia en la voluntad individual como motor de los cambios sociales confiando en que basta el genio individual para ello soslayando los condicionamiento que intervendrian en esa supuesta autonomia.

Tambien cabe decir que VLL a la vez es partícipe de una identidad plural, multiple no determinista, y solo por la voluntad del sujeto. Por ello se opone al nacionalismo en todas sus facetas porque constriñe la voluntad del sujeto de elegir autonomamente las diversas identidades culturales que quisiera integrar.

Y lo hace en consonancia con el liberalismo político que profesa.

un abrazo amigo