Carlos Rivera
Uno de los peligros mayores en un estado carente de instituciones solidas y con una estable democracia es la aparición de discursos extremistas y violentistas que en amparo de cimentar sus exigencias (o idea de país) imponen las agendas, acciones y reacciones (además de fobias y odios) que deriven de ella.
Ambos grupos, la DBA y MOVADEF, exhiben un repertorio de postulados, pedidos, ideología, militantes y simpatizantes – y desde luego muchos seguidores solapados- pregonando sus simpatías y adherencias. Unos con frac y los otros con polos y camisa. Unos con el símbolo del dólar y los otros con la hoz y el martillo. Ambas amenazan la gobernabilidad y la institucionalidad del Perú.
La DBA sustenta su perorata en la defensa del sistema económico, en la acción de la fuerza del gobierno –claro, creen que gobierno, estado y nación son la misma cosa- reclamando orden a punta de metralla. Asumen que el indignado es izquierdista radical per se; su discurso es reduccionista, con pose cavernaria. Parten de la pobre teoría de que un grupúsculo puede mover a más de diez mil pobladores. No analizan las causas de un conflicto, sus raíces históricas, económicas y sociales. En sus arengas acusativas hay además de una carga peyorativa, un marcado racismo y desprecio por el mundo que no sea igual al suyo. ¿Esta Derecha Bruta y Achorada gusta del debate? No, rehúye, le espanta. Impone su discurso porque sabe que los medios ramplones gustan de ese facilismo conceptual al que llegan sin preámbulos ni majaderías de estudio.
MOVADEF cree que los peruanos debemos tragarnos su discurso -ni siquiera de un arrepentimiento honesto de las acciones de SL asesinamdo a mansalva- de una organización partidaria dizque dispuesta a democratizarse. ¿En qué democracia creen? En la suya hecha a sus antojos y demonios. ¿Creen en el estado? En un estado paternalista e interventor y dispuesto a una utilidad de sus resentimientos. Justifican los muertos, las vejaciones a tanta ciudadano humilde del ande peruano. Ahora tratan de ganar adeptos penetrando “sutilmente” en el SUTEP a través del CONARE. ¿MOVADEF gusta del debate? No. Igual, rehúyen de la confrontación de ideas. Amenazan desde su ostracismo con una posible venganza aprovechando las olas de conflictos.
La DBA y el MOVADEF son los incendiarios ( ademas de congelados y podridos) de los que habló Basadre. Pero el Perú no es un paramo, un terruño polpotiano, ni una finca con terratenientes. Y la pregunta brota por si sola: ¿Dónde están los partidos y los intelectuales sensatos que no crean discursos inclusivos y hacen de verdad política y confrontan estos extremismos?
1 comentario:
hola Carlos, hace mucho que los intelectuales dejaron de deliberar con la opinión pública. Creo que el ocaso de los partidos fue el 1990 con la elección de Fujimori. Ahora son los medios de comunicación y las transnacionales las que organizan la política. Por ello la derecha no necesita ganar las elecciones, pues tiene el poder económico para persuadir al ganador de que siga la agenda que le proponen.
La izquierda democrática no es capaz aun de organizar una respuesta ni siquiera mediática ante la ofensiva conservadora que influye más decisivamente en la opinión pública: RPP, El Comercio, Perú21., Willax TV, ATV, Plus TV, Correo, La Razón, etc. A lo sumo tienen respuestas académicas que circulan entre especialistas o columnas de opinión muy interesantes, pero no hay una respuesta política.
Necesitamos políticos, tal vez no tan eruditos, pero con "calle", la suficiente como para enfrentar la arremetida de la DBA.
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