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miércoles, 23 de mayo de 2012

EL SUPERHOMBRE




Carlos Rivera 

Nuestro superhombre llegó  hasta lo infinito del universo y  encontró a Dios reposado en una excelsa luminosidad.  Ninguna descripción  podría  dilucidar aquel paraje: aquello era luz, geometría, cuerpo, ¡todo! Dios  había esperado el  encuentro por millones de años, ningún ser   pudo llegar  jamás a esa orla  misteriosa. Moisés solo vio una zarza ardiente, Elías  se quedó ciego de tan solo ver un poco de él; los  hebreos creían que Dios reposaba en el Arca de la Alianza. Cristo habló de su reino y nunca dijo como era su padre y la bitácora de su reino.
El superhombre era inmortal, volaba, caminaba sobre  las aguas, fue preparado por los más sabios heresiarcas del mundo,  fue cultivado con una genética avanzada  nunca antes  realizada  por la humanidad.
El superhombre tenía la fuerza de Aquiles, el cerebro de Newton, y el raciocino de Leibniz. Ninguna lengua le era ajena y podía  combinar  las lenguas muertas con giros idiomáticos que  se le ocurrían. Lo sabía absolutamente todo.
Fue encomendado descubrir el origen de la vida, la génesis de la obra humana. Cuando estuvo muy cerca a Dios,  le peguntó   todo lo que quería saber y fue feliz por la verdad. Trató  de alzar vuelo  y partir de regreso y ya no podía hacerlo, pensó en alguna  forma de   elucubrar acerca de la ausencia de sus poderes. Era insulso.  Embargado por sentimientos miserables, acorralado por los miedos y cobardías   de un mortal humano se rindió ante ese poder omnipotente.
Dios  exterminó a nuestro superhombre y espera  la próxima venganza de la humanidad.  

domingo, 20 de mayo de 2012

UNA MENTE BRILLANTE




Carlos Rivera

El saber debe considerarse  holístico y ecléctico y no necesariamente  hacer uso de el desde un enfoque reduccionista o de la especialidad. Una o dos materias de estudio resultan insuficientes como para comprender o  absorber al máximo el conocimiento  y esto, necesariamente está relacionado con  la capacidad y potencialidad de cada ser humano. Lo superdotados  pueden con facilidad surcar  varias o  casi todas las áreas de conocimiento. A veces logran  concretar sus proyectos y su nombre trasciende hacia la posteridad, pero  muchas veces son sepultados por las reminiscencias de traumas y conflictos.
Un  genio y un superdotado no son  lo mismo aunque  comparten la vecindad de algunas adjetivaciones que se les hace.  En una conferencia pronunciada en una sesión publica extraordinaria de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, realizada el 22 de mayo del 2007, el Dr. Meny Bergel dice lo siguiente: “Genio  es aquel que por su  descubrimiento de una ciencia muestra manifestación  de la cultura, ella se vuele distinta en   muy alto grado, hasta llegar a ser totalmente diferente después de su obra” ejemplos de genialidad podemos mencionar (a riesgo de crítica alguna) Newton, Einstein, Descartes. Algo que señala el mismo conferencista es denotar la heterodoxia  en la genialidad.

Un superdotado  es un ser excepcional,  con una inteligencia  altamente desarrollada y  una asombrosa capacidad  nemotécnica y de aprendizaje tanto en  ciencia, técnica o   arte. Leibniz,  Mozart son un claro ejemplo de superdotación.
El Dr. Joseph  Renzulli,  estudioso del tema, precisa en uno de sus  aportes al significado de superdotación, lo siguiente: 1.-Habilidad general y/o habilidad específica por encima de lo normal. 2.-Altos niveles de compromiso en la tarea y 3.-Altos niveles de creatividad.

Los superdotados ante los  enormes deseos por satisfacer sus inquietudes intelectuales los hace  un tanto especiales.  El problema conductual y de escasas relaciones humanas que padecen en la niñez, producto de aislamientos   ante  la insatisfacción por el sistema escolar de  su centro educativo, o la indiferencia de los padres.  La poca aceptación  y comprensión de la sociedad intelectual y académica hacia estos niños  superdotados puede conducirlos  a depresiones o trastornos,  siendo estos,  obstáculos  para que desarrollen al máximo su potencial constituyéndose  en  hombres  significativos para    la sociedad.    Es necesario entonces   una estabilidad emocional  para el buen desempeño de sus  estudios y desde luego de sus vidas. Leibniz  fue un superdotado que llegó a dominar varias áreas del conocimiento, como la matemática, física, filosofía y política, además del dominio de varias lenguas.   Así como él,  otros superdotados asombraron al mundo desde  la niñez  manifestando   una enorme pasión por el estudio y  el conocimiento plasmándolos luego en  maravillosos aportes.

Currículum de un genio

Carlos Blanco  es un  ser superdotado, de nacionalidad española, quizás es el superdotado mas mediático del siglo XXI. Nació en  7 de marzo de 1986  en  Madrid.  Empezó  hablar a  los seis meses  y a los dos años  ya leía muy bien. Desde los siete años se ha visto sumergido en  el estudio  de  la cultura egipcia; a los once años fue admitido en la Asociación Española de Egiptología y cursó estudios de egipcio medio en sistema jeroglífico  gracias a una beca del gobierno egipcio, de árabe en el Instituto Egipcio de Estudios Islámicos, así como de Ciencias Bíblicas. Desde los doce años ha dictado conferencias en diversas partes del mundo. A la edad de trece años  incursionó  en la televisión de su país en el programa  Crónicas Marcianas asombrando  al público con  disertaciones sobre distintas materias
Ha cursado simultáneamente tres carreras en la Universidad de Navarra: Filosofía (terminada en junio de 2006 con premio extraordinario), Ciencias Químicas (junio 2007) y Teología (junio 2007). Entre 2009 y 2011 ha sido becado como Visiting Fellow  en la Universidad de Harvard. También ha estudiado ruso y chino mandarín aparte de los que domina con solvencia,  alrededor de ocho idiomas.  Ha desarrollado diversos trabajos de investigación sobre filología e historia egipcia, exégesis bíblica y filosofía.  Ha publicado  también los  libros Mentes maravillosas que cambiaron  la humanidad (2007), Copérnico para jóvenes (2008), y Toda la cultura en 1001 y un preguntas (2009).   Potencia tu mente: los consejos de un superdotado para emplear mejor tus capacidades (2010)
El 2008  formó parte del  jurado de El Gran Quiz . Programa concurso  de alta sintonía en España donde junto a Marta Sánchez y Jaume Figueras examinaron  meticulosamente a los participantes quienes  competían a través de pruebas de conocimiento y cultura general  por llevarse la jugosa cifra de. 400.000 euros como  premio  En la actualidad  cursa estudios  de doctorado en la universidad de Navarra.

A hombros de gigantes
Como hemos dicho, Carlos Blanco ha leído y estudiado con profundidad  áreas del saber que  abarcan  temas complejos como la cultura egipcia de la que ya hicimos mención. Pero, también domina la química, teología etc.  Haciendo un  repaso de sus escritos  disponibles  en su pagina web (www.carlosblanco.es) y rociados en el blog Periodista  Digital que circula en la red. Sorprende por su diafanidad en sus textos, en cada uno de los escritos y temas que ha desarrollado  recientemente  hallamos dilucidaciones muy atrevidas en su argumentación  multidisciplinaria,    escribe por ejemplo sobre la economía  y la crisis   mundial que repercute  en  España, de la   humanidad, el futuro de Europa,  el humanismo; ensaya  una  especial tesis acerca del progreso fusionando en sus planteamientos  ciencia y cristianismo  y combina hasta artículos, un tanto laudatorios a   personajes como  Bill Gates  elogiando su filantropía  capitalista o reclama  un nuevo  orden mundial  de amor y  conocimiento como acercándonos a una utopía personal progresista para salvarnos de la vorágine destructiva en la que va  encaminada   la humanidad.
Carlos Blanco es una mente brillante, en un creciente  apogeo de   conocimiento,  intentando  con sus escritos brindarnos su aporte que aun es como una ramillete de  idealismos conceptúales (  de buenismo han  calificado sus planteamientos en algunos pots del Blog que administra ) pero muy originales. Estamos seguros,en un futuro  será trascendental  para  la humanidad.
Cuando tenia  trece años en una entrevista para un medio escrito le preguntaron  lo siguiente: ¿qué quieres ser cuando seas grande?,  “sabio”, respondió con una honestidad brutal.


martes, 15 de mayo de 2012

MAPA MUNDI







1
La primera imagen que te vino a la mente trajo consigo el rítmico aroma de los almendros en flor. Viste desde tu habitación cómo se incendiaba el horizonte cada atardecer. Lo anotaste. Luego retocaste los torpes trazos que tu mano izquierda deslizaba sobre aquella superficie diáfana y sencilla. Vertiste en ella la sabiduría acumulada de tu generación con la seguridad que nos brindaba una adolescencia desbordante y con la furia descontrolada de mis revelaciones. Eras un genio hermético esperando ser liberado, no para complacer a tu benefactor sino para aniquilar la Historia. Incomprendido, incomprensible, invencible, incandescente. «Está listo», decías. Lo observaste desde todos los ángulos permitidos por la brevedad de tus años. Te viste reflejado en él. Me vi reflejado en ti. «Ese» —señalaste con desprecio—, «ese soy yo: el genio del desprecio».




2
Y la palabra desprecio te hizo recordarla, pues eso era lo que sentías por ella. «Ahora todo será mejor», pensaste, «claro que sí. Sin Isabel en mi vida —estorbando, sacándome razones, enturbiando mi lucidez y formulando amenazas bobas— creo que podré sentirme más cómodo; la sacaré de mi mente y, de paso, aprovecharé para por fin para abrirme a nuevas experiencias eróticas, que bien que las necesito».

Llevabas más de tres semanas sin acostarte con nadie. Pensaste en llamar a alguna puta ocasional, esas directas y confiables que —incluso a veces sin preservativo— hacían mamadas lentas y diligentes. El sexo oral y la cerveza siempre fueron tus grandes debilidades. ¿Con cuál de los dos te quedabas?

3
Entonces agarró el periódico para buscar variedad. En los anuncios clasificados siempre se podía encontrar novedades, chicas recién llegadas a la ciudad que lo podrían animar con su bien estudiada inexperiencia. Pero cuando tomó el periódico, no pudo pasar de la portada. La foto de una preciosidad ocupaba toda la primera página, engarzada en un vestido elegante pero a la vez formal. Se trataba nada menos que de Ulia Karimov, hija no reconocida del sangriento dictador Karimov y única dictadora mujer en todo el mundo. Hace 12 años que gobernaba Uzbekistán desde que su padre muriese en el 2015. Se le habían conocido varios amantes, los cuales solían aparecer muertos en circunstancias un tanto extrañas, por lo que recibió el nada elogioso título de “la mantis religiosa”. La noticia decía que había sido “reelegida” por 7 años más de gobierno, y se mostraba una galería de fotos de ella, como si de una actriz de cine se tratara.



4
Le pareció extraño haberse detenido en la fotografía de Ulia cuando hacía apenas un instante se había entregado al sentimiento de desprecio que esta otra Ulia, la dictadora de sus recuerdos, le provocaba. En adelante, se dijo, tendría que pensarlo dos veces antes de mirar un periódico cualquiera, cosa difícil para él por ser un ávido devorador de esos peces que unos hombres y unas mujeres carentes de rostro le entregaban cada día -peces inocentes y tatuados por el grave titular que él cuántas veces habría ingerido sin desear-, cuando se perdía entre los pisos mojados del terminal pesquero, es más, le sería en adelante realmente detestable si el sabroso lenguado o los humildes jureles de pronto aparecían entre sus manos cubiertos por el lujo fotográfico, lo blanco y negro del poder que ahora esa mujer a miles de kilómetros encarnaba; en cierto modo se sentía como un pueblo atontado por el muslo ocasional que la Ulia ofrecía fingiendo algún bien meditado descuido.


5
--Voló mi mente, quité el sello a la imaginación, soñé y sentí; había salido de mi genialidad hermética, buscando putas no encontré mujer, me refugié en los hechiceros recuerdos del mar… Después de todo me escuchó el viento, mi putomuso. El ser que llevaba dentro gritaba diciéndome: “…cuando no me puedes ver, el sol se esconde en mi regazo, el viento vuela en mis cuerdas vocales y canto sonidos misteriosos. A veces, alas se prenden en mi espalda y levito observando el universo que rodea la casa, nado en la bañera con profundidad, soy amigo de sirenas y sé el secreto que guarda el mar. Los espejos me seducen y me invitan a entrar a un mundo paralelo de seres que ya no están. Cuando no me puedes ver, yo te veo, alimento tus ideas y diseño tus amores, me despierto y tu mundo comienza a nacer...” Salí corriendo en la lluvia, estaba enloqueciendo, un misterioso ser interior me estaba hablando, golpeé mi pecho tan fuerte que desperté de mi sueño. --Soy médico, reino hace 32 años en mi propia vida, hoy debía operar el corazón de Sol.

6
Ni las putas ni la cerveza me tranquilizaban ¿Qué era el litoral peruano en el 2027?: una miserable zona con vestigios de alguna fauna acuática resistiendo al exterminio. Un día partiste en un barco Ruso, de esos que quedaron navegando en estas aguas. Iré a Uzbekistán a encontrarte, mi Ulia. Sé que llegaste a esa tierra por qué un día te dije ramera y te saqué a patadas de casa. Luego, me casé con Isabel, a quien nunca amé. Arrepentido, fui a buscarte a ese terminal pesquero –nido de nuestros encuentros- donde tus rubios cabellos destellaban el rancio paisaje. Nunca más te volví a ver. En casa, abrí otra vez el periódico que era depositario del hermoso rostro de Ulia Karimov, y, un riachuelo de café rodeaba su imagen, sin confundirla. Iré por ti, al país de “la mantis religiosa” que también comparte tu nombre. Eso es una señal. Estoy en el Aeropuerto Internacional de Moscú-Domodédovo…


7
Perdido entre multitudes olorosas a salchichón rancio, entre obesos de dientes manchados por los cigarrillos "papiroski" y matronas sudorosas en pleno invierno mi brújula interna no me da señal alguna. No tengo una dirección, una coordenada que me lleve a tu rostro y a tu rincón. Mi desorientación no pasa desapercibida para los viajeros que pululan por las salas y atiborran los mostradores donde...atienden gélidas damiselas de sonrisa estudiada. Un policía se me acerca y me empieza a estudiar con mirada dura. Gira a mí alrededor como satélite vigilante e inquisidor. Observa mi mochila desgastada de tantos destinos y desatinos, mis zapatos mal anudados y mis pantalones raídos que asoman debajo de una casaca inútil para este puto frío. Con voz baja y hosca me dice acercándose a mi rostro "¡Pasport!"...


8
Mostraste el pasaporte, como tú, oloroso a marchitos almendros, verificaron el indeleble código de barras en tus adoloridos trapecios, la marca y la garantía del laboratorio alemán, odiabas recordarlo. En el tiempo de tu concepción, tus padres no quisieron malversar sus genes en un hijo natural, así es que fuiste lo mismo que un objeto de elevado costo comercial: sano, perfecto, sin taras, pero sobre todo desechable, huyendo a esta última condición, en cuanto tuviste la suficiente inteligencia (seis años de edad), planeaste el crimen perfecto, mataste a tus padres con el claro propósito de lograr tu libertad.
Se te perla el rostro al recordarlo, despreciable Taube; vamos debemos seguir, estamos listos, ¡genial! acabo de ver el muslo de Ulia por la televisión.

9
Ganesha lucía mucho más irritado desde su impresión. Muy temprano tuvo que sacar de su pieza a la infante de turno y así como era de retozona se fue brincando al liceo para cumplir son su taller de bordado. Percy Recogió una vez más las sábanas teñidas de sangre, semen y tinta. Y mientras se entretenía con el vibrar de su lavadora, entre el detergente y blanqueador, también pensaba en su semen como sangre de otro color, pero…la tinta ¿A dónde se iba la tinta?

Habían pasado tres años. Ganesha desde su espalda no había podido cerrar bien sus heridas. No sentía dolor, solo remordimiento sobre el lomo pintado. La tinta era eterna. La tinta era infinita.

Suecia lo obligaba a abusar del termostato y las duchas hirvientes a toda hora. Ganesha se hacía un dibujo intenso en el infierno de su espalda. Percy no sólo ocultaba su país de origen sino el ser portador del tatuaje más grande en todo el edificio, del mundo o del universo. Percy había llegado de algún pueblo con un tatuaje sangrante del dios hindú en medio cuerpo; él y su encomienda.

10
Lastimosamente su encomienda sufrió la irremediable pérdida, el destino de aquel paquete rosa se encontraba en algún barrio periférico de Estocolmo, donde una joven drogadicta cuestionó la integridad del envío. Este mal comienzo para Percy, auguraba días mejores. Era su país una razón para desangrarse en recuerdos nefastos, siendo prófugo de su pasado y ahora dueño de su futuro, pero nada, absolutamente nada estaría peor. Aquel remordimiento no implicaba la venganza, podía ser solo una variante, algún tipo de arrepentimiento. Si Ganesha consentía en la presencia del dolor después de aquella traición, consentiría el emprendimiento de acciones, alguna situación tangible que lo acercara nuevamente con aquel amor fallido. Siendo el uno de los genios del desprecio. (No space for pain.)Recogiendo Percy el cabello entre sus dedos observaba los reflejos de su imagen sabiendo que Ganesha tampoco cuestionaba el fin de aquella inflamable relación. Oyó un ruido, salió del baño y se topó con los ojos de Slije, había regresado del taller.

11
Allí comprendiste que el amor no es causa sino consecuencia. Que había que operar una revuelta en tu vida y en la de quienes te rodeaban. Que el retorno a tus orígenes carecía de significado si es que no le imprimías un nuevo sentido a tu historia personal. El pasado también se puede cambiar, pero se necesita mucho valor. Tu falta de coraje, tu indecisión, tu espantosa levedad completaron un encuentro fallido que nunca debió ocurrir. "Es el momento, ahora", pensaste. Entonces decidiste hacerlo, no habría otra oportunidad.

12
-Percy está cerca.-¿Por qué tendría que no saberlo?-No tendrías que saberlo.-No voy a hacer siempre lo que debo, Ganesha, lo sabes, pero trataré.-Lo sé Ulia, pero deberías de haberle hecho caso a tu padre.-Ya ves, ya es tarde. Mas bien dime, ¿qué era eso que me querías decir el día que mi papá...?-Ah, no, nada. Un sueño, es todo. Había luces por todos lados, era como una sola luz pero que partía de todos sitios, es decir, no era como la luz que tiene un lugar donde inicia, sino que esta no proyectaba ninguna sombra. Y caminabamos a tu casa, como cuando eras niña. Y jugabas a no pisar las líneas en las veredas, y saltabas. Y luego, cuando estabas cerca de casa, te soltabas de mi mano y corrías muy rápido para entrar antes que nadie a la sala de reuniones de tu padre y esperarlo ahí. Y cuando yo te dejaba de ver, la luz como que se retiraba, como que se hubiera cansado y se iba a otra parte.
-¿Y qué quiere decir ese sueño?

-No lo sé la verdad.

-Eres una mujer hecha de palabras, Ganesha. Si no fuese porque te quiero tanto.

13
Isabel era tu primera hembra, se entregó en cuerpo y alma (y no me disculpo por la huachafería). Cuando viajabas por el mundo en la búsqueda de Ulia, la martirizaban los recuerdos de las desoladas sabanas y los cigarrillos después del sexo. El infinito repaso de tu lengua por su muslo y su delicioso vientre. Fue tu esposa desde que ejerciste la medicina y te fuiste de voluntario a una guerra en el mar báltico. Desde estas lejanías del mundo te escribía, olía tus camisas que habías dejado con tu hedor de macho, acariciaba tus fotografías con aroma a olvido. Percy. ¡Tanto amor de Isabel! y hoy pareces otro hombre, te sumerges en pesadillas macabras y surrealistas. Nunca me interesó comprenderte ni ahora que luces un look de androide mahoríe, con el inmenso tatuaje que adorna tu espalda, la marquita de tu pedigrí, tu barba crecida, tu brillante calva y tu insondable aspecto de infeliz tercermundista. No entiendo: ¿por qué ella aun te quiere si yo te veo tan ordinario como el nombre que llevas? Ella es linda e inteligente, pero te ama, es su mayor extravagancia. Si algo puede consolar a Isabel, es que Ulia nunca será tuya. Soy solo el espejo que te habla, la corazonada que marca tu bitácora, el otro “ser” que te odia y quiere partirte en pedacitos. Desde luego, amo a Isabel.




14
Luego, el vaho de las introspecciones extranjeras se disipa. Percy Perseo emprende la olímpica carrera de localizar a Ulia, que vale la pena consignarlo, poseía un extraordinario parecido a Uma Thurman en su papel de The Bride. Cual magnicida indaga información sobre la soberana. Lo cual es tarea demasiado sencilla, debido a que ella no es otra que la tirana de estas nórdicas tierras. La primera pista la encuentra en una ruma de periódicos próximos a ser colgados en la caseta por el periodiquero. Toda horonda vestida de gran mariscala, flanqueada por generales sexagenarios. Metros más abajo en los suburbios de la ciudad su sorpresa es casi taquicardica al ver a su gringacha, como cariñosamente la llamaba, en la caratula de un panfleto de palabras ininteligibles, vestida de dominatrix con los colores estatales de dicha Nación.
Estaba claro que el idioma era algo que debía solucionar para de esa manera, agenciarse información respecto a la agenda dictatorial de la soberana. Teniendo estos datos como base, podría emprender una cuidadosa emboscada que propiciara su reencuentro.




15
Con embargo, si obstante, la fuerza de la nostalgia llevó tus pasos hasta el puerto Kozmino perfil ruso de arenas blancas acariciadas por diáfanas aguas, desde el embarcadero orientaste tu horizontal mirada hacia el pacífico este: tu origen lejano; cerca divisaste el terminal pesquero, en cuanto estuviste allí, rememoraste el estorbo, la impertinencia, la perturbación y la condición amenazante de Isabel, el amor de tu muerte, (no de tu vida, de tu muerte [el tiempo lo explicaría todo]), ¿la extrañas?, en secreto, claro está.
Todos los vendedores de peces del mundo envuelven los peces marchitos con periódicos y revistas sin importar la importancia o trivialidad de éstos. Revestido el lomo de un precioso tramboyo con hojas amarillentas de un diario local reciente, viste una vez más la imagen de la dictadora de tus anhelos, fue una forma de vadear la nostalgia y regresar a la ansiedad por tu última conquista, en ese diario estaba además de lo necesario, lo suficiente para dar con las coordenadas exactas de tu amor impaciente. Imaginaste tu vida como un péndulo oscilante entre esas dos mujeres que en esencia compartían dominante temperamento, eras igual que un reloj de arena, con divisiones iguales, con tiempos iguales, la arena del impávido reloj, en este momento, estaba del lado de Ulia.


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Percy despertó otra vez odiando los pescados, los pescadores, a Isabel, a su madre, a su padre y por supuesto a la famosa Ulía, realmente los odiaba. Para el no existían los secretos, no más. Solo menores de 21 años. Las niñas, las chicas pelirrojas, las cabras, las lecheras.

Las sabanas otra vez en la lavadora, entre ellas por suerte unas bragas rosadas. Luego irían al mismo rincón fetichista de todo joven de 26 años. La sangre y el semen. La sangre y el semen. La sangre y el semen. Todos los fines de semana en pleno viaje.

Pero esta vez había decidido olvidar el sexo y solo embriagarse medio cuerpo, con vodka claro está. Era la única bebida que podía cortar de raíz la añoranza del nopal. Justo en medio vaso, Tania, la estrecha toco su puerta. Percy con el torso desnudo y con Ganesha en el lomo abrió la puerta.
Pero Tania no entró. Percy la embaucó con el tema del periodo masculino y falta de vigor. “Mejor te vas a hacer tus tareas a casa, cabrita linda, le dijo, ando mareado como si estuviera en esos días, en tus días”

Percy volvió a llenar el vaso con limón, extrajo las pepas con su meñique y le dio una probada muy sonora. Si sus pestañas hicieran ruido al parpadear hubiera sido probable que el edificio entero se derrumbara. Percy era un buen ejemplar de su raza.

Cogió la prensa del día. Los periódicos de siempre que llegaban al edificio siempre. Todo era como siempre. Tan habitual. Hasta la misma idea: Coger a la maldita bruja de Ulía.

Sobre una libreta atraco el lápiz y empezó a escribir nombres de personas o tal vez una lista de mercado o quizás sustantivos indescifrables que solo el resto de los machos podría escribir.

Ay Percy, Percy ahora el tema de tu encomienda se entiende mejor.


17
Fue brusco. Pero de pronto notaste que algo extraño había entrado en tu mundo. La luz que entreveías en tus adoloridos ojos no venía del lado correcto. El hedor del aceite rancio que te acompañaba todas las mañanas había sido reemplazado por un intenso aroma a eucalipto. Tu boca tiene un sabor acre y tu lengua se pega al paladar y empiezas a extrañar con insistencia el café de la mañana. Te cuesta enfocar la vista y notas que las flores desvaídas de tus cortinas ya no están y en su lugar hay unos alegres e infantiles unicornios amarillos correteando detrás de arco iris de tres colores. Una voz empieza a martillar en tus oídos, con dejos de dulzura pero con insistencia, pregunta algo que no puedes responder. En un momento crees que es Paula la que te habla. Diriges tu vista hacia el lugar de donde viene la voy y en vez de la morena de piel lustrosa y brillante con la que protagonizabas candentes escenas de sexo en las noches frías encuentras una anciana de pelo ralo y blanco que te habla con una boca de dientes sueltos algo que no terminas de entender. Todo es extraño, nada encaja. Tu cerebro trata febril de encontrar sentido a ese mundo extraño que ha aparecido no sabes de dónde, ni cuándo, ni cómo. De pronto una idea aterradora anida en tu cerebro que tú ya no eres tú, que tu imagen ojerosa y melancólica también se ha disuelto y no existe más. Con una voz que no reconoces pides un espejo. La anciana sonriente parece entender lo que le pides y se aleja con paso cansino hacia un rincón de la habitación y vuelve con la superficie bruñida de un espejo antiguo. El terror te consume cuando la anciana empieza a dirigir el espejo hacia tu campo visual...


18
Los acontecimientos no habían sucedido como las realidades suelen ser, te preguntabas que hacia ahora Ulía la dictadora de aquel país nórdico cuando la habías amado el 2027 en el terminal pesquero de aquel país donde ahora tenía una fauna marina venida a menos y luego la arrojaste botado a patadas. Posiblemente esta realidad se habría fragmentado y corrían paralelamente. Solo que ahora ahondabas en pensamientos buscando alguna salida y creías que alguna de esas realidades era un sueño que se apoderaba por momentos de tu vigilia Los tatuajes en tu piel denotaban algo más que tinta. Estaban cobrando vida y no te explicabas como es ahora el dios tatuado en tinta china se estaba apoderando de tu ser, y había emprendido la gran empresa de la creación. El sancochado que te sirvieron de comer era sinónimo de vomito para tus entrañas. Pero al gran dios disfrutaba de cada manzana , de cada cebolla y de cada muslo de ardilla que le eran servidas en una bandejas de cobre, pero el dios anhelaba más , quería ahora devorar los intestinos de Ulia, y por eso mismo ahora los espejos se habían convertido en senderos abominables porque estaban permitiendo el ingreso de aquella necrófaga deidad.


20
Parecieron insulsas las desventuras por los parajes de la tierra en la búsqueda de Ulía. Lugares que ya no eran habitables sino despreciables territorios de sobrevivencia. La nueva Europa era devastada por la hecatombe de la guerra nuclear iniciada por Ulía Karimov quien transitó entre la añoranza del amor (ser feliz) o la magnánima delectación de dominar el mundo (infinitamente placentero). Perú y Ucrania tenían tantas cosas en común, más allá de ese amor entre el pobre diablo de Percy y la “mantis religiosa”. Fredy, tenía su venganza. Contempló el cadáver de su hermano y el inmenso tatuaje; ordenó entonces que le extrajeran toda la información guardada en los dispositivos impregnados en su pene. El Servicio Secreto del Movimiento de Resistencia contra la dictadora ucraniana había escogido a Percy para acercarse a ella cuando llegó de incógnita a nuestras costas huyendo de una revuelta. La casualidad no existe. Ahora tienen la ubicación de su bunker desde donde dirige la apocalíptica guerra. La resistencia sabe las coordenadas donde apuntará la bomba más letal, jamás utilizada por el hombre. Percy, o Taube, su nombre real, desde luego nunca supo nada, murió en medio de la inocente estupidez sentimental hacia Ulía y los espejismos de su memoria. Su cadáver es una venganza.

21
La decisión más difícil es la que exige una acción radical. ¿Qué hacer en este momento extremo? ¿Cómo retornar a la normalidad luego de todo lo sucedido? Solo cabía urdir una acción a la altura de las circunstancias. Agitar los nervios de una inminente revolución, lo más sangrienta posible, de manera que todos tus enemigos conocieran la dimensión de tu furia, una furia incontenible e incontrastable, capaz de demoler toda resistencia. ¿Quién sería tu cómplice en esta ocasión? Amigos, lo que se dice amigos, te quedaban pocos. Incluso lo que te sonreían aprovecharon tu ausencia y hoy otros pretenden aprovecharla. Ten cerca a tus amigos y más cerca a tus enemigos, a los que te sonríen, a los que creen estar a la altura de lo dicen. A tu retorno ajustarías cuentas con cada uno de ellos. Falta poco, muy poco.
22
La muerte de Percy importa a su hermano el desbalance de un presupuesto ajustado. Despreció siempre la nostalgia, la poesía, escrita para almas desasidas de la realidad y emparentadas con el escape y la evasión del trabajo que su fraterno simbolizaba. Mas, ante el cadáver frio siente algo caliente. Era su propio corazón que deseaba resarcir este fenecer prematuro. Tomar la posta y lograr el casi kamikaze objetivo. No llamó a casa, no dio a nadie noticia ni aviso, ello solo era empeorar las cosas y lo más importante: dar precisa seña de su ubicación. La cautela de sus ojos que miraban de reojo llenaban los vidrios que usaba como espejos transparentes para captar a cualquier espía o agente, y también, de manera humana fisgonear las curvilíneas transeúntes. Fredy, si acaso fuera este su nombre, se aloja en una mugrienta buhardilla cerca a la zona industrial de la ciudad. Allí. Viendo los autos que pasan, las poquísimas gentes que por allí transitan, elucubra el movimiento que le permita eliminar a Ulía y salir bien de es te trance. Y cual Arquímedes en su bañera dice ¡Eureka! Y es que está clarísimo, su movimiento no debe ser su, sino el movimiento de todos. Percy, se había abstraído como en una botella de perfume, en la manera de aproximarse, aunque de manera breve o mínima a Ulia, cuando en realidad no había otra que prende mecha al polvorín que la dominatrix se había empecinado en abastecer adecuadamente con las injusticias que a sus súbditos infringía.
23
La vida se convertiría, de aquí en más, en una rabiosa celebración de la muerte. Percy representaba el triunfo de la oscuridad sobre la luz y, así, todo se hacía sombrío y retorcido. ¿Para qué vivir si todos iríamos directo al precipicio, quién no terminaría pudriéndose o siendo comido por los gusanos (quizá las dos cosas a la vez, para no mencionar cosas aún peores)? ¡Qué espanto de vida puede se ...r la espera de la muerte, o el tránsito hacia ella, sumidos en una ‘obsecuencia’ forrada por las malas e ingratas experiencias! La única manera de resarcirse ante la muerte, vengarse de ella, era ultimando a los demás, decidiendo el instante definitivo de otros infelices que por algo tenían que pagar: así sí valía la pena vivir, ¿no es verdad? Jugar a ser Dios, el ejercicio más febril y a veces el más patético en el que incurrimos los seres humanos… ¿Jugar a ser Dios o, en realidad, ser su contracara?
24
En estos soliloquios inútiles y redundantes pasó Fredy la noche hasta que durmió, y en sueños seguía cavilando en el absurdo, afinando su necedad a extremos sin mesura.

Tómese en cuenta que su desprecio por la poesía demostraba porque Fredy no había avanzado un milímetro en un plan de supuesta venganza, le faltaba imaginación y creatividad, consecuencias naturales de quien cultiva el arte, su indiferencia le había anulado toda forma de iniciativa. Tómese en cuenta también que Fredy nunca quiso a Percy, las diferencias eran abismales, mientras que uno tenía perfeccionadas las taras de sus padres, el otro era un ser en cuerpo y alma: perfecto, hecho a medida por un laboratorio, por lo mismo mientras que Percy era un hijo adorado, Fredy era un hijo con status de mascota. Tómese en cuenta también que lo único que Fredy quería desde niño era eliminar a su hermano, lo cual era comprensivo y será comprensivo siempre aun así nos remontamos a la historia de Caín y Abel, hacemos un esfuerzo y no miramos con ojos divinos, sino con ojos humanos. Tómese en cuenta por último que la llegada de Fredy fue algo así como un azar electivo, nunca renunció a la idea del fratricidio, cuando vio el cadáver de su hermano no pudo evitar sonreir, pero a la vez sintió un sentimiento de plena frustración proveniente de las causas inconclusas, quiso matar a Ulia no por una supuesta venganza, como pudieran créelo la noble mayoría, sino porque la dominatrix le quitó  la gracia de hacerlo él mismo.

lunes, 14 de mayo de 2012

LAS CRÓNICAS DE CÉSAR VALLEJO





Carlos Rivera 
Desperté como de costumbre a las  4: 00 de la madrugada. El insomnio  no me permite dormir más de cuatro horas.  Una necesidad  de belleza  y vida  acelera mis ansias por ir hacia mi biblioteca  y traerme algo para leer mientras espero la  diafanidad  anunciante de un día soleado (quizás bueno, quizás maldito). Hay un libro del hermano Vallejo,  Narrativa y ensayos, tiene la tapita celeste, de esas colecciones   de Peruanos imprescindibles  que editó  el diario El Comercio.  Vallejo tiene mucho que ver con la belleza,  la estética y lo humano. No busco más y me envuelvo con mis frazadas y el bendito libro; ni el temblor de las 5:00  a.m. me obliga a despejarme de la  obra. Voy releyendo  las crónicas del poeta, respiro belleza, arte de la palabra en su excelsitud, ritmo en cada párrafo de los escritos.  La estética de un  cantor de lo humano  al servicio   del diarismo. Y eso, es ya un regalo inmenso para núbiles escribientes como uno.

Conversando con el maestro González Prada  cincela  una magnifica descripción:

“Su vigoroso dinamismo sentimental que subyuga y arrastra; la fresca expresión de eterna primavera de su continente venerable, tienen algo de mármol alado y suave en que  la Hélade pagana solía  encantar el gesto divino, la  energía superhumana de sus dioses.”

Ante la temprana  muerte de Valdelomar y afligido  en lo más hondo de su alma escribe:
Abraham Valdelomar ha muerto. El hombre bueno e incomprendido, el niño engreído, con noble y suave engreimiento; el mozo luchador, el efebo discutido del arte; vencedor de la muerte y del olvido.”

Con el autor de "La niña de la lámpara azul", José María Eguren luego de sonsacarle su sentimiento de su poética y obra, al final   construye una despedida  al son del paisaje donde realiza la entrevista:

“De regreso, miro Barranco, con sus calles rectas, pobladas de alamedas; con sus helechos arborescentes y sus pinos. Los chalets, de los más variados estilos, muestran jardines de pulcra elegancia y los vestíbulos abiertos a las brisas vespertinas: las lujosas residencias del confort burgués “

En otra crónica sobre  la conmemoración del   aniversario de la muerte del poeta Baudelaire (Riñonada estética y de una sencillez casi vegetal apunta lo siguiente:

 “La ceremonia tuvo lugar ante el monumento del poeta, que es una de las piedras sepulcrales  más hermosas de París .Su contenido es de una significación directa y, a la vez, muy original. El escultor cogió un bloque de piedra, lo abrió en dos extremidades y modeló un  compás. Tal es la osamenta del monumento .Un compás. Un avión, una de cuyas alas se arrastra por el suelo por su mucho tamaño. Como en el albatros simbólico. La otra mitad lapídea se alza perpendicularmente a la anterior y presenta en su parte superior un gran murciélago de alas extendidas. Sobre este bicho vivo y flotante, reposa una gárgola, cuya manos sostiene un mentón, cogitabundo, vigilante y casi agresivo.”

Mi ruego de belleza está satisfecho. La  luz del sol arremete sin misericordia por mi ventana.  Todo ese mundanal  ruido de combis, autos y movimientos  de gentes vulgares se disponen   cumplir sus rituales cotidianos. Yo estoy lleno de palabras.

Malditos aquellos que inventaron un  Vallejo  triste y taciturno. La gracia de su escritura al igual que su poesía,  radica en una  elevada interpretación   de la vida y   un sentido del arte  absoluto, alcanzado por  unos pocos.  Solo alguien como él  puede decirnos esto:

“Entre la deshojadas avenidas, el viento se quedaba cantando, a dos silencios, su silencio”

Hermano Vallejo, me rindo a tus pies y rezo  por tu poesía (y tu  excelsa prosa) ¡Bendito seas!

domingo, 13 de mayo de 2012

EL OCASO DE UN GIGANTE O LA PRETENCIOSA NOVELA ESTILÍSTICA DE ARTURO CABALLERO MEDINA



Carlos Arturo Caballero Medina es un  gran amigo  y, además de eso un critico literario y    agudo comentarista de temas  que abarcan desde la  cultura, cine y política.  Entonces ¿Cómo lidiar con el cariño y tratar de esbozar  una crítica –por así decirlo-  imparcial-   tratando de compartir con el público algunos   pormenores del constructo de esta prometedora novela sin caer en las maromas del sentimiento amical? Tarea harto difícil pero que abordaremos con el explícito compromiso de ser   fieles al buen juicio.
Caballero nos ha compartido cuatro entregas de esta  su primera (necesario recalcar que ha incursionado en el cuento y la poesía con buen pie. La creación, parafraseando a Terencio, no le es  indiferente) novela a través del blog www.ocasodeungigante.blogspot.com Nos limitaremos a estas  entregas ( 1.- Con olor a espiritu joven I Y II 2.- Lima  en Rock I y  II )  para esbozar un acercamiento  a la superficie y esencia  de su escritura. Trabajo que es solo un primer paso hacia un texto mas riguroso ya con  la novela  concluida y  las emociones provocadas en el publico que la leyó.
La poderosa imagen del comienzo, la descripción armoniosa  del personaje, los    adjetivos  acompasando cada oración  conmueven e impactan por su contundencia. La descripción desde ya marca el preámbulo cautivante  de la historia a desarrollarse. Hacer un buen comienzo en una novela es  importante: prefigura su esencia y adelanta un poco el  estilo y su performance narrativa. Plinio Apuleyo y Mendoza le plantea a  García Márquez en El olor de la guayaba la siguiente pegunta: ¿Cuál es en tu caso, el punto de partida de un libro?  “La imagen”, responde el gran Gabo.  Esa imagen es el inicio que logra Caballero en este párrafo. Leamos   y comprobemos:
“ERA ALTO, ELEGANTE, discreto y cordial. Llevaba siempre una barba cuidadosamente afeitada que delineaba de su rostro hacia la existencia de sus maravillosos ojos pardos. Vestía oscuros terno de casimir ingles  y en la muñeca lucia un imponente  reloj Olma adornado con finos detalles de oro en los biseles. Un andar ceremonioso, una mirada esquiva y la sólida cadencia de una seductora voz le imprimían un aire distante y solemne a esa personalidad labrada a pulso de sus primeros años de vida.”

De este comienzo  podemos  dilucidar los ecos de Mario Vargas Llosa, García Márquez, Flaubert y los grandes novelistas del siglo XX. Caballero no pretende una novela ligera, propia a estos  tiempos de cortedad y sucintes. Ello se  deduce por la pretensión de  la estructura que plantea (desde la concepción de la historia y el desarrollo del lenguaje) nos  remite a  la necesaria reflexión  de reconocer la usencia de estilistas en la narrativa peruana. Parafraseando -otra vez- al poeta Vallejo podremos decir, son pocos pero son. Trabajo sumamente cuidadoso, delicado  y con una laboriosa técnica  y revisión constante para desechar las minucias y las redundancias aprovechando  al máximo el potencial de la palabra. El  producto debe ser- desde luego- un festín de letras.
¿Quien es el personaje de tan solemne belleza?  Fernando Alencastre, Arequipeño de familia acomodada,  inteligencia superior, desafiante de los “hablantines  tragalibros”, “ratones de biblioteca”.  Estudiante de sociología de San Agustín, erudito, y conocedor de  varias lenguas y lector precoz.   Discípulo de  Stanley Simmons, judío  irlandés de cultura clásica, perfil de maestro de elevado espíritu,  amigo del padre  de Fernando.   La figura de Fernando  Alencastre me remite a Pierre Menard  de Jorge Luis Borges. Un símil de talento y erudición, tal vez las coordenadas pueden estar en sus  antagonismos y las sutiles diferencias que aun no sabemos en donde desembocarán.  Tal vez me estoy atreviendo con estas ligerezas.  
Los padres  de Fernando, Graciela y  Felipe Alencastre   prefiguraban para su hijo un magnifico porvenir  dada su inteligencia exhibida desde muy niño.  Lo ingresan al  colegio San José cuna de talentos y dignos hombre de nuestra ciudad. Algo más que su educación  formal deseaban para él un  maestro (de conocimientos y de vida) es así que  Simmons se convierte en la figura tutelar de Fernando, el soporte de su pensamiento.  Pensamiento guía  como  pretende el socialismo, luz  del saber como afirma  la filosofía. 

Caballero nos describe así a este singular personaje:

“Fernando fue la obra maestra de Simmons, ese hombre de tan finos modales y humor ponderado, que en absoluto gustaba exhibir su condición de judío, irlandés  europeo como carta de presentación, así como de ningún tipo de fidelidad o devoción por la corona británica.”
La obra principia con  necesarias  descripciones, va situando  a los personajes en su concepción humana: emociones,  ideales y  sus entornos.   Va avanzando sobe la naturaleza familiar, la geografía  económica y social de la Arequipa de aquellos años de esplendor y riqueza de las grandes y potentadas  familias  donde empieza a desarrollarse la historia.
Un detalle que es necesario señalar es  el dualismo, el planteamiento de efectos de contrastaste que se manifiesta en estas primeras entregas: La rivalidad de los colegios San José y La Salle, la lucha de ideas, el  conflicto en lo que siente y dice Simmons, los dos mundos de la clase acomodada arequipeña.
Los últimos momentos de estas entregas  nos ubican en  un  tiempo actual,  de la  ciudad blanca ahora estamos en la Lima posmoderna donde una voz nos habla  en presente,  esa voz ajena, va poco a poco descubriendo la personalidad y obra de Fernando Alencastre.  Su primer encuentro – desde luego- es  a través de la lectura de un libro de Fernando, San Miguel al amanecer.
Esta parte (Lima en Rock I y II) nos conduce por los sinuosidades de esta personaje, su mirada, su familia y muchos   de los complejos que lo persiguen y las ilusiones concebidas en un proceso de vida en la urbe achorada y pendenciera de estos tiempos.
Hasta ahí vemos que la historia va  creando interés, hay una buena construcción de los personajes, como siempre cuidando el lenguaje y el ritmo.  Pese a algunas mínimas redundancias la novela se lee con interés   de una novela bien planteada. Tal vez algún dialogo o alguna sorpresa de este cautivante personaje  Stanley Simmons ayudaría a  darle un sólida base a su  estructura. Como Caballero  sabe de técnica narrativa guarda celosamente, estoy seguro, las proezas   y desventuras que  uno espera de Beatriz. La mujer, el amor y los conflictos de toda laya atravesando  la historia que tal vez nos anuncie  el por qué de su titulo: El ocaso de un gigante.