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jueves, 29 de septiembre de 2011

LA CHICA DE LA MOCHILA AZUL



Carlos Rivera
Jimena me había prometido festejar su cumpleaños. Mi departamento esperaba ansioso. La cama tibia, la sabana impecable, la torta. La habitación completamente perfumada y una botella de vino en mi mesita de noche, todo dispuesto para la celebración.
La llamé a su celular y no me contestaba, pensé que tal vez el ruido de los carros o el infernal tráfico no le permitan oír mi llamada. Puse un poco de música y traté de hacer tiempo escribiendo unas cuantas líneas de un relato en el que trabajaba. Ya habían pasado más de dos horas y su celular estaba apagado. Marqué el número de su casa y me indicaron que salió muy temprano con unas amigas y de ahí se iba a verme.
A las 11 de la noche recibí su llamada, me explicó que había bebido con sus compañeras y que se le pasó la hora y estaba ebria. Entre balbuceos suplicó que le disculpara por dejarme plantado. Asumí con cierto coraje sus justificaciones. Boté la torta al basurero. Salí molesto del departamento, sin rumbo. Puta de mierda, grite furioso.
Caminé varias cuadras fumando, maldiciendo a la puta vida y a mi novia por su desplante. De pronto llegué a una discoteca. Entré y quise regresarme a mi habitación pero en la puerta de los servicios estaba ella con sus trencitas, un jean apretado, sus zapatillas, y su mochila azul y ese sudor del baile deslizándose suavecito y cristalino en su agraciado rostro. La saqué a bailar y no aceptó, estoy de salida me dijo. Solo una canción le dije y si deseas te llevo a tu casa. Dudó al responder, tal vez por la desconfianza de ser un extraño; pero al final aceptó y se quedó conmigo. Bailamos unas horas y tomamos empecinadamente. ¡De verdad era encantadora! La besé como nunca lo hice, sin importarme la gentuza que danzaba a mí alrededor. Pensé un instante en mi novia y me dije para mis adentros: si ella se emborracha y me deja plantado, pues yo tengo el pleno derecho de divertirme como me da la gana. Era un macho.
Ingresamos a mi departamento, ella quería seguir tomando, y claro que había el vino en mi mesita, la impecable disposición y limpieza armonizaban con su juvenil belleza, Tiró al suelo su mochila azul, y se abalanzó sobre mi con una furia sensual jama antes vivida. Tomó la botella de vino y se la echó encima mientras iba desvistiéndose poco a poco. Hicimos el amor como dos salvajes mordiéndonos cada parte de nuestros cuerpos. Yo me quedé reposado entre sus senos y mojaba mis labios con un mechón de su cabello hasta caer completamente dormido.
Cuando desperté cerca del medio día no estaba, ni una señal de ella, ni siquiera una nota de despedida. Es mas, tampoco recordaba su nombre, ni su rostro. Solo la impecable forma y el color de su mochila y el contundente recuerdo de su piel y de su sexo.
Jimena vino por la tarde, algo triste. Se puso a llorar por haberme dejado plantado la noche anterior. Yo no podía disimular que mi boca era una tumultuosa mezcla de licor y cigarrillo. Tuve que mentirle y decirle que salí con unos amigos. No me importaba si me creía o no. Todo había cambiado. Mientras teníamos sexo, yo miraba el techo y cerraba los ojos. Mecánicamente mi cuerpo estaba con Jimena pero mi mente solo recordaba aquella estupenda noche donde conocí a la chica de la mochila azul.
Desde luego que la buscaría todos los días hasta encontrarla
.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

RADIOGRAFIA DEL HUMOR AREQUIPEÑO-viernes 30 Set.- 6:00 p.m.-FERIA DEL LIBRO -PARQUE LIBERTAD Y EXPRESIÓN-SALA : “OSWALDO REYNOSO”



NOTA DE PRENSA
A nombre la Asociación Cultural La Casa de Cartón y en el marco de la III Feria Internacional del Libro Arequipa 2011 invitamos a los medios de comunicación, profesionales, estudiantes universitarios y público en general la mesa redonda denominada:


RADIOGRAFIA DEL
HUMOR AREQUIPEÑO


Actividad donde se analizara desde una perspectiva multidisciplinaria las distintas performances que caracterizan al particular humor de nuestra tierra y de su gente.

Acontecimiento que se realizará el día viernes 30 de setiembre del presente a horas 6:00 pm en la Sala “Oswaldo Reynoso” ubicado en el Parque Libertad y Expresión Evento que tendrá como panelistas a: José Luis Vargas Gutiérrez, José Luis Ramos Salinas, Omar Zevallos Velarde, Lessnes Podestá Cuadros y Jorge Bedregal La Vera. Como moderador el periodista Carlos Rivera.



Arequipa, 28 de setiembre del 2011

Se agradece su difusión



RONALD GUTIERREZ APAZA
COORDINADOR DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL
LA CASA DE CARTÓN

martes, 27 de septiembre de 2011

CONVERSANDO CON EL MAESTRO






Carlos Rivera


El excesivo frío de aquella noche, me condujo a acomodarme la chalina y a fumar cigarrillo tras cigarrillo a fin de controlar los temblores ocasionados por la inclemencia del clima.
Avancé rápidamente por la calle Mercaderes, acostumbrado a ver sentados a los indigentes en el suelo a esas altas horas de la noche. Pero ese día había alguien extraño tendido en un pedazo de la acera mirándome con una suave sonrisa. Me detuve a contemplarlo pensando que su locura o su desdicha no lo conllevarían a un acto de rechazo o vergüenza. Raudamente se puso de pie dejando los cartones y me habló así:




-Acompáñame- dijo como si de su boca brotara un manantial de melodías. No supe darle una inmediata respuesta; a pesar de que disfrutaba la complacencia de una sabia y tierna voz.

-¿A dónde? - le interrogué curioso.

-Solo, sígueme.

Dimos unos pasos; sentí que no hacia el más mínimo ruido al caminar y al observar su imponente mirada y esa muy conocida melena y barba supe quien era ese hombre: Era Jesús, y entablamos este dialogo.

-¡Jesús! – le dije- ¿Tú aquí?, ¿en Arequipa?

-Si, hijo, mi ardua tarea de velar por el mundo me compromete a no hacer distinciones entre ciudades y seres humanos. Yo os digo “Amaos los unos y los otros” Y “bañaos los corazones de bondad y felicidad para todos los hombres”

-Pero aquí nadie se ama, los odios parecen dominar el mundo. Todo está mal, Jesús.

-Mira tu corazón y allí encontraras la verdad, la luz y respuestas a tus dudas.
-Disculpa Maestro, yo no creo en esas cosas…

-¿Y en mí?
-Lo siento señor… ¡tampoco!

-¡Vaya!, así que eres uno de esos jovenzuelos afanados en negar mi presencia en el reino de este mundo, dime muchacho ¿Por qué me ves y sabes quién soy?
-Presumo que esta es una ilusión, un sueño o tal vez la fuerte presencia histórica y religiosa- y los decires de muchos hace que te vea como tal. Además, Borges dijo que…

-No me vas a venir con dilucidaciones literarias ahora.
-Lo siento, Maestro pero debes saber que Borges escribió “Las tres versiones de Judas” donde legitima al que te traicionó dándole la misma divinidad que a ti te corresponde.

-Este Borges, si que me agradó tenerlo en la tierra, un hombre muy erudito y talentoso, pero recuerda fue solo un hombre.
-Borges también dijo…

-No he venido aquí para oírte disertar sobre metafísica literaria. He venido para conversar un momento contigo. Curioso, hijo, no te has dado cuenta que ya no tiritas de frío ¿Acaso sientes dolencia o malestar alguno?, ¿si tú no creyeras en mí no hubieras aceptado acompañarme?
-Lo hice por curiosidad, has de saber que soy periodista y esta sacrosanta profesión me obliga a enfrentar los vericuetos de los temas intrigantes.

-¡Vaya! Qué difícil te pones muchacho. ¿Probablemente hagas una crónica de nuestro encuentro?
-No Maestro. Te lo juro…

-Bienaventurada tu vena artística. Tienes sentimiento, pasión y razón. Desde luego las monedas no te deben alcanzar ni para el té.
-No lo creas, siempre me cae dinero por algunos cachuelos.

-¿Desde cuando lees?
-Desde pequeño leía bastante. Así descubrí la hermosura de la palabra y la belleza sin fin de las historias. En esos tiernos años creía en Dios y las historias de la biblia maravillaban mis días, iba a misa los domingos, no decía malas palabras. En fin, era alguien puro.

-Pero todos los niños son así. Por eso dije “Dejad que los niños vengan a mí” porque para ellos será mas fácil entrar a mi reino.
-No, no me refería a eso, solo que, te confieso algo: aspiraba a ser santo y vivir en ese infinito paraíso de querubines y serafines que quizás guardes con mucho celo para tu bendecido ejército de santidad.

-Pretenciosos muchacho, quizás lo hubieras logrado si no le pusieras a tu corazón ese enorme candado. Además, los santos y mis ángeles no están en ese lugar imaginado por tu escaso entendimiento de la divina eternidad.
-Es que yo no le pongo ningún candado, señor…

-Bien, incrédulo postmoderno, tócame, ¿Puedes sentirme?
-…Sí

-Entonces te das cuenta que estas equivocado
-Y si existes por qué permites tanta miseria y sufrimiento, ahí tienes las matanzas en África, la guerra en Irak, el hambre criminal, la pobreza es cada vez más extrema ¡Dónde iremos a parar señor!

-El hombre se destruye así mismo ¿Acaso no te has dejado arrastrar por esa corriente de odio e inhumanidad?, ¿no has celebrado esos placeres llenos de pecado que pervierten tu mente y espíritu?
-Entonces razón tenía Saramago, cuando alguna vez afirmó, que no daría nada por el mundo dentro de 50 años.

-Saramago es un comunista y pesimista que por cierto ficcionó “el Evangelio”…
-…Según Jesucristo

-Sí, si claro
-Pero Maestro, ¿Tenemos esperanza de salvarnos del exterminio?

-¿Entonces que crees que estoy haciendo ahora al conversar con un agnóstico como tú si no creyera en esa hermosa palabra “Esperanza” que revive muertos y alivia espíritus tristes como el tuyo?

-¿Por que no rezas e imploras una plegaría por la paz?
- No rezo hace muchos años. Además, no me gustan las iglesias, tampoco las fiestas ni las borracheras que se da en tu nombre con el pretexto de las celebraciones de tu fe.

-Sí, las he observado detenidamente, pero te recuerdo que no siempre disfruto de estas festividades Yo no tengo la culpa de sus tradiciones.
-¿Y no piensa hacer nada?

-Es algo que a ti no te compete y entenderán solo los que siguen mi palabra ¿Has leído la Biblia?
-¡Por supuesto! Es un libro de mucha sabiduría, muchos castigos, tragedias, es un libro fuerte.

-Mi padre no creó la vida para que la felicidad viniera a plenitud y fácil. ¿Lees Filosofía?
-Sí, a Shopenhauer, Sartre, Camus, Nietzsche …

-¡Basta!, con razón tu pesimismo y desesperanza. Creo que gustas del sufrimiento.
-Kierkeegard a través del dolor comprendió la existencia…

-Pero se olvidó de encontrase así mismo. Dejémoslo allí que ya se hace tarde. Solo recuerda: los libros son un camino pero no la verdad final; ¿Qué hora es?
-¿Tú? ¿Preguntando la hora?

-Vaya que tu necedad es más grande que el monte Sinaí. Quieres comprender lo complejo, pero has de saber que en la insignificancia está la sabiduría. Y ya que te interesa la literatura ¿acaso no has leído aquella frase del El Principito: “lo esencial es invisible a los ojos”?

Atravesamos el Pasaje de la Catedral. En la calle Santa Catalina Jesús se despidió dándome su bendición. Se perdió de mi vista y empecé a temblar. La incertidumbre me invadía otra vez.
Quise ensayar algunas Interpretaciones de lo sucedido mientras avanzaba a paso cansino. Llegué al paradero. Había un taxi y el chofer era un amigo mío.

¿Adivina con quién estuve conversando?- le solté la pregunte como un rayo-.
¿No me digas que con ese loquito que se cree Jesucristo?

Febrero, 2004

lunes, 26 de septiembre de 2011

SOBRE HEROES Y COBARDES (…Y ALGUNOS TIBIOS)

Carlos Rivera
Militante del Partido Político Constructores Perú
A veces la política sirve para sacar de nosotros lo peor, las más cruentas miserias, las bajezas mas insospechadas y uno que alguna vez fuera decente ( o parecía)se vuelve irracional y confunde la idea con el adjetivo ramplón para rebatir algún argumento sobre un tema en discusión. Primero su ideología, segundo su ideología, tercero su ideología. A veces ni esto, solo su salvajismo.
Debe ser por que la política no es una cofradía de acólitos bienintencionados, hay en ella intereses, personalismos, envidias como también desde luego cosas positivas y grandes sueños por lograr (utopía y propuestas). Entonces ¿cuando se da esta mutación en el individuo y se transforma en un ser mitad animal y mitad androide? Cuando se confunde la política con la politiquería. Es decir repite lugares comunes, generalidades, arenga frases por doquier. Confunde el panfleto con un libro, el discurso con el griterio, la estrategia con el achoramiento.
Basadre nos decía que el facilismo es uno de los más grandes males nacionales. Esa concepción de la política (facilista) como objeto de lucha y de rabia es rebajarla a su más pobre expresión. Por que ella encierra un concepto más amplio, de bitácora, debate de ideas, destino y estudio. Entonces la ideología, la doctrina, el programa y el activismo son elementos de la política, es decir las prospectivas de las ideas sobre el constructo de una propuesta que alcance una organización. Llegar a esta posición no solo es producto de conmocionarse con la pobreza, y empaparse de la realidad en general la cual pretendemos cambiar, sino de asumir la vida política como tal. Con sus exigencias de estudio de y vocación, con el análisis comparado, con la convicción de que no hay verdades absolutas y creernos guardianes de la moralidad de nuestros rivales políticos. Así mismo conocer la cosa pública en su dimensión técnica, legal, administrativa y económica para que a la hora de asumir el poder no se ensayen experimentos insospechados.
Pues claro que en la política son inevitables las cuestiones colaterales, pero es necesario no caer siempre en ellas y sumergirnos mas en esas nimiedades y vulgaridades para no confundir su esencia. Entonces, hacer política, ser político, ser militante de una organización política requiere responsabilidad, asumir procesos, estudiar a los rivales ideológicos o de otras formas de pensamiento, conocer la dinámica de la vida y de las instituciones, la evolución de las sociedades y del individuo. Es decir tratar de aprender día a día para enseñar y compartir nuestro conocimiento con nuestros seguidores o interesados en nuestras ideas y acciones.

WALL-E O LA METÁFORA DE SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD







Carlos Rivera


Érase una vez un planeta azul


Puede un robot olvidado y programado para cumplir la rutina para lo que fue creado ser aliciente y motivo de inspiración y conmueva en clave de humor y de heroicidad a los humanos en la utopía de alcanzar (o reconquistar) lo que nosotros mismos perdimos por la tecnología, el ocio y el afán destructivo en el que convivimos.
En el año 2115, tiempo en el que se desarrolla la película, la tierra es un lugar con una producción excesiva de basura, abandonada y desolada. WALL-E está solo en el planeta, compactando cubos de basura y con breves misceláneas y recuerdos de lo que fue alguna vez nuestra vida en el planeta. Solo un insecto lo acompaña en estas travesías robóticas. Perol WALL-E tiene cualidades humanas: curiosidad, inquietud, ternura, es decir es un robot sentimental (a pesar de ser trabajador y cumplidor) pero, hasta que no ve a uno de sus iguales no logra complementar o refugiar todas esas acciones. Así conoce a EVA quien llega ahí en un afán de exploración, es mas avanzada tecnológicamente y solo tiene una misión. Pero WALL-E logra conmoverla, contagiarle con sus cotidianidades como ver una película mientras intenta imitar sus pasos.



La poderosa fuerza del amor


WALL-E trata de captar el interés de EVA, le enseña un cubo mágico, un foco de lámpara, un plástico protector de artefactos. Cuando ya hay cierta empatía (por así llamarlo) este le obsequia algo que había encontrado en sus trajines habituales: una planta. Al recibirla EVA, al instante la introduce en su cuerpo y automáticamente anula su funcionamiento dejando a nuestro robot solo, y estupefacto. Trata por todos los medios hacerla reaccionar, pero es imposible. Pasea con ella, la cuida, hasta que la nave viene y se dispone a recogerla. Demasiado tarde. Corre tras ella en la epopeya que la humanidad hacia tiempo –presumimos- había perdido. La Nave la recoge y él, va tras ella como un enamorado (Sujetándose en la parte exterior contemplando los universos y sus maravillas.)
Llegan a una nave de la mega corporación Buy n Large (BnL), llamada Axioma que es un crucero espacial. Unos robots avanzados le dan la bienvenida, ahí hay humanos obesos, perdidos en sus sillones reconfortantes, sin animo de acción alguna , sumergidos en el ocio mas absoluto y catatónico mientras las maquinas cumplen con el mantenimiento de ese paraíso artificial.
EVA debe ser revisada y entregar lo que guarda en su interior y el procesamiento de la información respectiva. WALL-E es recibido por robots torpes y curiosos quienes hallan en gracia a este.
El capitán B. McCrea de la nave (otro gordo recostado en su sillón) queda maravillado con lo que había traído EVA pero no logran encontrarle nada en su interior. La planta es la expresión de la vida, la metáfora de salvación, el control (el piloto automático) se da cuenta que ese elemento es peligroso. Y mientras los persiguen ordenando al batallón de policías robots que encuentren a EVA y WALL-E.
El capitán al saber un poco mas de la historia de la tierra se enamora del lugar y se da cuenta de que es la oportunidad de cambiar de rumbo, asume el control luchando, no puede moverse hacia ningún lado, está tirado en el suelo y se arma de fuerzas y recupera el equilibrio de sus pies y asume el control de la nave. Caminar es un acto grandioso y trascendental, pero la pareja de robots logran al final colocar la planta en la fuente, el holodetector, que automáticamente los conduce a una súper velocidad rumbo a la tierra.



La metáfora de la salvación


Ya instalados en el planeta, WALL-E está muriendo, destrozado por toda aquella aventura, EVA trata de revivirlo pero su estado es grave. La escena es conmovedora, lo lleva donde el vivía, logra reconstruirlo y WALL-E recupera su funcionamiento pero no la recuerda. Ella sufre, intenta que recobre su memoria con unos objetos, pero no sucede nada. Él sale a cumplir con su trabajo. EVA parece no sopórtalo, no se da por vencida y, le toma sus mecánicas manos, se acerca con ternura explicita. La fuerza del amor entre ambos es humana y épica. Al fin WALL-E dice el nombre de EVA mientras se aprietan mutuamente las manos. Ha triunfado el amor y los humanos miran con esperanza esta nueva vida. La metáfora de salvación y de los sentimientos no la da un hombre o una mujer, sino dos cuerpos mecánicos que luchan por aquellos valores perdidos por la humanidad.

sábado, 24 de septiembre de 2011

EL REVOLUCIONARIO FACEBOOKERO PERUANO





Carlos Rivera
El revolucionario facebookero aun sueña con las armas y pregona a los cuatro vientos como si fuera la quintaesencia del conocimiento sus clases de marxismo - y como diría Víctor Raúl Haya de la Torre- aprendido por correspondencia.
Quiere comprender la realidad desde las aristas de una dialéctica barata y simplona. No entiende ni a Heráclito ni a Hegel y aun así sigue parloteando su vulgata de la estructura y superestructura marxista sobre la realidad en la que actualmente vivimos.
Su discurso no es de doble moral, ni de hipocresías políticas, sino que provienen de la elucubración más cercana a la reducción intelectual negando el conocimiento científico de los últimos 100 años y creyendo que aun estamos en tiempos del feudalismo y coloniaje, dibujando un país inventando que dista mucho de la realidad. No estamos en la Europa del siglo XIX, ni en los campos de Mao, ni en los fangos criminales de Pol Pot.
El limbo en el que anda es un estado de entropía, que no le permite rumbos ni evolución por ello su lenguaje es una muestra de su nivel cultural y educativo, por eso cuando quieren debatir con alguien recurren al amasijo de palabrería aprendido como catecismo: vende patria, rastrero.
Además son dueños de una superioridad moral que ya quisiera Jesucristo. Se acusan entre si de revisionistas,reaccionarios, o corruptos. Agreden a los izquierdistas moderados o que pretende reformas como traidores a la causa revolucionaria del pueblo.
Apoyaron a Ollanta Humala, ahora dicen que es de derecha, quieren una Asamblea Constituyente que produzca una constitución al antojo de ellos y de los supuestos interés del pueblo. No creen en la democracia por que dicen que es burguesa, hablan de una política económica y no tienen siquiera un programa mínimo.
El revolucionario facebookero peruano quiere cambiar a patadas (por no decir a sangre y fuego) el mundo, el país. Transitan sus delirios por las generalidades del debate, petardea a sus pares ideológicos, admira a Abimael Guzmán, Antauro Humala, Fidel Castro y Hugo Chávez, odia a toda la sociedad por burguesa. Entonces divaga con el fusil y el monte mientras intenta destrozar el sistema y critica todo por que nada le parece suficiente, nada le es importante, nada le interesa, solo el pueblo que dice defender y por el cual nunca hizo nada de verdad. Los izquierdistas no podemos tragarnos estos sapos sin enrostrarles sus miserias.

viernes, 23 de septiembre de 2011

CARTA A LA JUVENTUD PERUANA



Carlos Rivera
En momentos de celebraciones y protocolos te dirán lo que siempre dicen al joven: que eres el futuro del Perú, que puedes transformar el país, que unidos lo pueden todo y tanta cháchara barata que se transmite década tras década
Como si las necesidades no cambiaran, y que el devenir de los procesos históricos, políticos, sociales y culturales no tendrían algún efecto sobre el joven y la sociedad.
No te voy a hablar con ninguna arenga, con ningún interés subalterno ni camuflando mi política para parecer decente y sensato. Solo quiero que leas este escrito y halles en el una voz, un sendero (no el sendero criminal de Abimael y compañía) y pequeños consejos de cómo encaminarte en esta vida (sea política, cultural, u otras) y no claudicar por ignorancia, envidia o ausencia de una visión de las cosas y de la realidad.
Asumamos primero que la juventud no es eterna ni toda la vida tendrás los mismos ímpetus y las mismas fuerzas. Eso nos ubica en un plano de razonabilidad en nuestras acciones que se hagan en la plena primavera juvenil.
Correspondiente a esa edad uno quiere cambiar el mundo, no cambiar primero o empezando por casa sino desde la utopía de romper esquemas, soñando con imposibles epopeyas.
Obviamente me dirán que soy un pesimista, sumergido en los sinsabores del fracaso de mi generación. No. Lo que pretendo decirles es que la resolución de los grandes problemas nacionales exige asumir grandes retos preparativos, visión, adiestramiento, conocimiento y reflexión. Y claro, acción heroica.
Te hablaran políticos y te harán pintar paredes o darte la chamba que ellos consideran secundaria, aparecerán ideólogos y te hablaran desde las dimensiones de su miseria y pobreza cultural (monotemática, monocorde y uniforme) arropado de dogmatismo y pensamiento único penetrando su discurso en esas cosas que te faltan por pobreza o por inconformidad. Debes darte cuenta de la estafa o también de tu convicción, pero nunca te comportes como borrego, cuestiona y ayuda a que tus líderes se eduquen y aprendan mutuamente si es que te interesa –de verdad- alguna ideología.
Estudia, analiza, se un ciudadano critico de las cosas, involúcrate si pero de verdad por conocimiento y por causa, por dialéctica y por fe.
Extraigo de Basadre estas palabras contundentes que son necesarias invocarlas para la juventud:
“Hay que aprender a decir que no en contra de uno mismo. Será el mejor acto que se pueda realizar en un país enfermo de consentir. Si en el espíritu de la nueva generación predomina la tendencia a decir que si, hay que sospechar que la decadencia colectiva es tremenda.”
Ya es tiempo que la juventud peruana se asuma constructora, critica, política y comprometida con las causas de nuestra historia y de nuestros conciudadanos, pero hacerlo irresponsablemente sin convicción alguna o solo apelando a la acción intrascendente es fracasar en esta brega. Hay que caminar entre el conocimiento y la acción, hermoso binomio que nos garantiza largas luchas y grandes victorias.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL ACTIVISMO POLÍTICO EN EL PERU: REFLEXIONES E IDEAS







Evento que se propone abordar la temática del activismo político, su génesis, su proceso y las aristas de acción y movilización que existe en el Perú a partir de reflexiones y comentarios de actores y líderes que nos compartirán sus experiencias.

Participantes:
Roger Vilca Apaza -Contranatura
Ronald Gutiérrez Apaza- Constructores Perú
Clara Salinas Quispe-Colectivo Ciudadanos de 2da Categoría
Pamela Smith Castro-Interquorum
Moderador:

Carlos Rivera


Organizador;
Asociación Cultural La Casa de Cartón

Moderador:
Carlos Rivera
o Dia: sábado 24 de setiembre

Hora:
11 30 am.

Lugar
Auditorio José Ruiz Rosas (Parque Libertad y Expresión –Umacollo)

Estructura
Primera parte:

TEMA 1
¿QUE ES EL ACTIVISMO POLITICO?

TEMA 2
EL CONOCIMIENTO Y LA REALIDAD


TEMA 3
DEL ACTIVISMO A LA ORGANIZACIÓN POLITICA

Segunda parte:

Replica al tema 1
Replica al tema 2
Replica al tema 3

Tercera parte:
Preguntas del público

LOS SECRETOS DEL HOMBRE SIMPLE




Carlos Rivera
Al hablar de la sencillez nos remitimos a la nobleza, sabiduría, parquedad elementos esenciales que hace de algunos hombres poseedores de un aura un tanto especial y zahorie. Trazando este breve acercamiento nos adentramos en la simpleza y la ordinariez y develaremos algunas consideraciones de la quintaesencia de este ejército de hombres simples que pululan en la tierra como la mala hierba.
Si la sencillez es una cualidad, la simpleza es la reducción valorativa del hombre, un estado de pragmatismo y reduccionismo de sus insignificantes características. Al hombre sencillo se le valora, al Hombre Simple (HS), solo se le describe.
El HS no necesita un sistema de pensamiento articulado, no necesita filosofar, caminar en las orillas del conocimiento y la curiosidad (y oscuridad) .El hombre simple solo come, se divierte y muere. Su intrascendencia, es casualmente lo que lo hace entretenido para algunas femeninas.
El HS es un macho alfa, refunfuña, ataranta, no habla, grita. La mujer entonces confunde que las Neandertales cualidades son la esencia de su personalidad. La seguridad y la postura del macho que la protege .Y si por misceláneas boxísticas en la discusión de pareja, le mete un golpe, esto es parte de la hombría y que siga la fiesta matrimonial o la comparsa sentimental.
El HS solo tiene un vocabulario de 10 palabras, articula y gesticula lugares comunes, arremete con sus huachafos gustos, cree que sabe de literatura por que ha leído Coelho, o se ha maravillado con ¿Quien se ha llevado mi queso?
El HS utiliza los diminutivos en grado superlativo, abusa de las exageraciones, para caer gracioso, se ríe mientras aplaude su propio chiste. El HS no conversa, es un charlatán de polendas y la mujeres cuando le ven creen que además de ser inteligente es buen mozo y gracioso.
El HS se ríe de todo, gesticula facialmente una serie de deformaciones en su cara, no por que el humor de algo le provoque una franca carcajada sino por que su naturaleza expresiva es agresivamente simiesca.
El HS esconde su cursilería y sus sentimientos, cree que la manifestación de los mismos evidenciaran una pose maricona o de debilucho. Entonces su hembra se siente en el paraíso cuando el HS le dice a su oído: “hoy te toca, mujer”
El HS va al cine para ver películas bobas. Rocky es lo más espectacular que ha visto en su vida y llora de miedo cuando ve las comunes películas de terror. Los sábados espera a la collera para tomar como descosidos y esperar el domingo para el fulbito previo 6 cervezas que estimulan la performance mientras su esposa o novia lo besa con el sudor y el aliento agresivo.
El Guasón (Head Legadher ) dice en la ultima versión de Batman: el caballero de la noche: “soy un hombre de gustos simples, a mi me gustan los fósforos, la pólvora y la gasolina”. Su locura, las manías y obsesión por destruir el sistema (bueno y malo) lo alejan de ser un hombre simple.
El HS podrá emular un tanto la frase del Guasón y agregaría, que además de gustos simples, es ordinario y común. La pretendida originalidad perversa de un pobre diablo. ¿Cual son los secretos del Hombre Simple? Pues ser nadie y nada, eh ahí el sumun de su alquimia.

martes, 20 de septiembre de 2011

ARNULFO RAMOS BUSTOS, UNA VIDA PARA LA HISTORIA



Este jueves a las 7:00 de la noche, en el marco de la III Feria Internacional del Libro Arequipa 2011, en el Parque Libertad de Expresión, Auditorio “Oswaldo Reynoso” distintas instituciones y personalidades rendirán un merecido homenaje a la trayectoria de este insigne historiador.

Carlos Rivera

La curva de una vida

En la telúrica ciudad del Cuzco, un 17 de agosto de 1922 nace el Dr. Arnulfo Ramos Bustos. Hijo de Lucrecia Bustos del Castillo y de Juan Antero Ramos Aragón. Un maravilloso recuerdo del historiador se lo debe a su madre, quien decide que su muchachito inquieto, debía aprender a leer a los 3 años.

Aquellas lecturas de su infancia como Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas, La dama de las Camelias de Alejandro Dumas (hijo) lo conmueven y lo apartan de una vida común entre juguetes, conduciéndolo por infinitos confines que la literatura ofrece.

Ingresa a los 4 años al colegio particular Gimnasio Mejía. Entre los 6 y 7 años estudia en el Colegio Primario San Carlos de la ciudad de Puno. Motivos laborales obliga a la familia trasladarse a la ciudad de Arequipa. Desde los 7 hasta los 12 años estudia en Escuela Fiscal de Tingo, tiempo después emprende estudios secundarios en el glorioso Colegio Nacional Independencia Americana (1939)

Estudia en Facultad de Educación de la Universidad Nacional de San Agustín. Y Derecho en la misma universidad. Recuerda con mucha nostalgia a uno de sus más destacados maestros, Francisco Mostajo. La promoción lleva el nombre de José Luis Bustamante y Rivero en honor al gran demócrata.

La pedagogía del maestro

En 1948 ejerce la docencia como profesor en el Colegio Nacional Independencia Americana, durante cuatro años se desenvuelve con abnegación a su trabajo.

En los años cincuenta es testigo curioso de la Revolución de Junio donde también participaban con ahincó y heroísmo los miembros del grupo Avanzada Sur que tenia en sus filas a connotados personajes y amigos personales del Dr. Arnulfo Ramos Bustos que le dieron honor y valía a la gesta, como Xavier Bacacorzo, Jorge Bacacorzo, entre otros que supieron enfrentar la acciones de la gesta. Por esos años, ya era profesor en el glorioso Colegio Independencia Americana.



En 1953 ingresa como profesor y participa con fundador del Colegio Gran Unidad Escolar Mariano Melgar. En la Plaza de Armas de Arequipa a lado de autoridades y ciudadanos inicia su discurso con unas maravillosas palabras: “En la vida de los pueblos, hay momen­tos que constituyen altos de honda significación en su cotidiano y perenne transcurrir; estos altos son como estaciones donde el hecho histórico marca un hito que detiene el tiempo, porque es punto de partida para ese creador y genial impulso hacia ideales y metas propuestos por alcanzar…”

Ha sido profesor de Estudios Precolombinos y Jefe del Departamento de Ciencias Históricos Sociales y Decano de la Facultad de Ciencias Histórico – Arqueológicas de la Universidad Católica De Santa María (1984)

Becado por la Organización de Estados Americanos (OEA).Beca de Investigación en Historia de América Latina en la Universidad Complutense de Madrid, Vice Director del Seminario Español de Estudios Indigenistas de América de la Universidad Complutense de Madrid siendo Director Manuel Ballesteros de la Facultad de Historia de América (1977)

Obras: Historia del Perú. Épocas Pre Inca e Inca – (1973), Historia del Perú. Descubrimiento y Virreinato del Perú (1961), Historia de América Latina. (1970-1972), Historia de la Cultura Peruana Historia de la Gran Unidad Escolar Mariano Melgar (1970), Realidad y educación de América Latina y el Perú (1978-1981), Historia de la Universidad Católica Santa María-(primeros 25 años) (1987).

Docente, historiador, inquieto por la cultura. Ejemplo de dedicación y disciplina por el estudio. Amigo de los libros, sobre todo, forjador de hombres.

lunes, 19 de septiembre de 2011

La cultura al gobierno de Ollanta Humala





VOCES / Carlos Rivera - Militante de Constructores Perú

Muchas veces la emoción suplanta el buen juicio y criterio con el que debemos evaluar el nombramiento de un personaje como ministro, y nos dejamos invadir por una ráfaga de sentimentalismo e identificación con él o la susodicha, olvidándonos de sus verdaderos intereses, conflictos, actividades así como su capacidad e identificación con el tema para el que se le convoca. Como ciudadanos acostumbrados a la agenda mediática seguimos esas performances, con una fe ciega casi olímpica.

Que este sentimiento idealista nos abrigue por un tiempo es comprensible, pero que no se aleje de nosotros por más de un mes es ya preocupante. Hay que alimentar la perspectiva, comparar y evaluar. Hagamos un pequeño ejercicio claro y concreto, y preguntémonos: ¿ de verdad puede hacer algo por la cultura la ministra Susana Baca?

No me vayan a responder, por Dios, que ganó un Grammy o que salió en la portada del New York Times o que es una digna representante de la peruanidad o que su voz es una de las mejores del mundo. No, la función pública no se mide con esos parámetros valorativos. Se requiere poner en orden un ministerio que ha sido un elefante blanco lleno de papelería y buenas intenciones bajo la dirección de Juan Ossio, quien no hizo absolutamente nada, por muy recomendado que fuera de nuestro Nobel, Mario Vargas Llosa.

El Ministerio de Cultura requiere un involucramiento real a tiempo completo, que dinamice las políticas culturales del país, que interactúe interinstitucionalmente, que busque convenios, articule verdaderos proyectos y acciones en función de promover la cultura en todos los rincones del país. Es obvio afirmar que se necesita una ministra que atienda de verdad ese sector.

Lamentablemente, duele decirlo, pero al margen de admiración hacia su arte y talento, Susana Baca no puede dividir su agenda entre presentaciones y las diligencias propias que el ministerio exige. Si sumamos a esto su inexperiencia, tendremos dos puntos sustanciales en su contra. Y lo peor de todo que ello reflejaría la poca importancia que tiene la cultura en el actual gobierno de Ollanta Humala.

Porque cultura no es solo invitar una noche a los Toribianitos a Palacio de Gobierno, pedirle a Diego Flores que cante en una plaza pública o que la ministra del sector acompañe con su voz a los chicos de Calle 13 en el Cuzco. La cultura hoy debe consistir en políticas de gobierno orientadas a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos con el objetivo generar un desarrollo cultural aunado al crecimiento económico, la educación y a la atención de sus necesidades básicas, porque el desarrollo, tal cual lo pensaba Alan García, no solo es fierro y cemento. Pero allá él con sus ignorancias, está a tiempo el presidente Ollanta Humala en darle a la cultura la importancia que se merece.

sábado, 17 de septiembre de 2011

MI SIRENITA DEL PUERTO






A Lissette,por que te debo muchas cosas ( además de gratitud)


Carlos Rivera


Cómo no querer conocerte si no sé a que saben tus labios, cómo no querer conocerte si no se cómo es la armonía de tu voz, cómo duermes y cómo resbala una lagrima en tus mejillas mientras tal vez yo desde mis silencios y a la distancia ansíe enviarte mis afectos por correspondencia.
Alguna vez íbamos a encontrarnos, yo andaba en otros laberintos personales, tú en ilusiones y comparsas propias a tu juventud. No se como no alejamos, tu ahora estas en otra ciudad, pero te siento mas cerca, siento que ahora voy conociéndote poco a poco. Tu hermosa caballera de leona, tu contorneado cuerpo y las escasas fotografías que envuelven tu misterio, acrecientan mis deseos por verte.
Quiero mirarte entre la luna o bajo el sol y me cuentes tu vida, tus amores, tus ilusiones y sepas que tienes a un ser que está dispuesto a caminar en medio de los peligros sorteando las inclemencias y miserias de la vida.
Quiero reír junto a ti, leerte mis poemas cursis (pero honestos), cantar juntos, llorar de alegría y que me enseñes a bailar como tu muy bien sabes hacerlo.
Llegará ese día mi tierna y alegre sirenita del puerto, en que pueda tomar tu mano, abrazarte y perdernos en los confines del mundo. Mientras tanto me embriago con tus palabras escritas(a veces pocas, a veces muchas) y los recuerdos de una cita que nunca se dio. Pero como diría un poeta peruano:
Cuando veas que una ave solitaria
cruza el espacio en moribundo vuelo,
buscando un nido entre el mar y el cielo,
¡Acuérdate de mí!
Mi sirenita del puerto, a veces quiero echarme a la mar y que las olas me lleven hacia tu destino y que me rescates de mis tristezas y pongas en paz, por fin, a mi corazón.

jueves, 15 de septiembre de 2011

LA CULTURA EN LAS MUNICIPALIDADES DE AREQUIPA



Carlos Rivera
Una de las razones más cuestionables acerca de las personas que dirigen la cultura en la mayoría (disculpen la generalidad) de municipalidades de Arequipa es que desconocen sus origen y fundamento, aristas, dinámica e importancia en la sociedad. Desconocen su valor como elemento de desarrollo de una sociedad. Sobre ello, abundan dos visiones: 1.- La excluyente, creyendo que la cultura se circunscribe a un público selecto y de elevado espíritu valorativo. y 2.- La Ignorante, asumiendo que el artista, escritor, gestor cultural o asociaciones y colectivos vinculados al rubro son un grupo de amigos, en el peor de los casos, bohemios sin rumbo alguno e ignoran la rentabilidad cultural y su interrelación disciplinar con otras especialidades, es decir no saben qué es la Gestión Cultural.
Entonces se explicitan algunas cuestiones por ignorancia y por prejuicio:
a.- La cultura no es rentable.b.-Asumen la cultura como factor de exclusión.c.-Descreen de la cultura como elemento asociado y complemento a la educación. d.- Desconocen de la gestión (administrativa, financiera y comunicacional) aplicable a los proyectos culturales hoy en día.e.- Carecen de –auténtico- interés por la cultura.f.-Desconocen las expresiones artísticas (pintura, literatura, escultura, música y otras expresiones) g.-Ausencia de Planes Culturales de los Gobierno Municipales. h.-Desconocen la realidad cultural de su jurisdicción
Entonces uno se pregunta ¿Cómo personas con estas limitaciones dirigen las actividades culturales de su institución? ¿Puede alguien que nunca ha leído un libro comprender el significado del mismo en una presentación? ¿Qué ejercicio valorativo puede tener una persona que desconoce las tendencias del arte y la perspectiva de una proyección o instalación? ¿Puede alguien que no tiene sensibilidad musical asumir la presentación de cultores de este género?
Otro de los prejuicios harto conocidos es creer que el profesional idóneo para el cargo es un docente, dan por descontado que su carrera lo acerca per se a la cultura. O creer que el cargo correspondiente lo puede asumir cualquier profesional, dado que arropan de facilismo a las acciones que ejecuta el responsable de esta área. En lo personal, creo que debiera tener – aparte de una profesión en Ciencias Sociales- conocimientos o estudios de Gestión Cultural, Gestión Pública y excelente manejo de relaciones interpersonales e institucionales.
Ahora bien no necesariamente un artista, escritor o comunicador pueden ser los mas acordes para el ejercicio de la función, como pueden haber artistas que por más sensibilidad que tengan sea un desastre a la hora de planificar y administrar una actividad cultural o ignore lo procedimental de la administración Municipal no pudiendo articular los recursos en las políticas culturales de la institución. También hay profesionales que conocen del manejo público pero les es ajeno las expresiones culturales pero hay están agotando la infamia.
Entonces, este tema requiere de mucha voluntad política por parte de la autoridad en función y deberá empaparse del asunto y ordenar a sus colaboradores elaborar una política cultural de la institución, además de ello escoger al personal o responsable con idoneidad bajo ciertos parámetros y competencias que el cargo exige. La cultura no es la última rueda del coche.

lunes, 12 de septiembre de 2011

ME GUSTAS



Carlos Rivera
Has venido silenciosa, tierna y curiosa como una quinceañera. Con tus lentes de estudiante, tus elucubraciones de universitaria, tu sonrisa traviesa, tu excelente ortografía. Tus gustos estrambóticos, tu andar vertiginoso, tus libros, tu sensibilidad por la gente (eres salvajemente sentimental).
Me gustas por que apareces de improviso y te vas con la misma velocidad con la que llegaste. Entonces, me armo de ilusiones cuando te hablo y me desarmo de ilusiones cuando te vas como un rayo, sin despedidas, sin protocolo.
Aun no se quien eres, qué secretos sueños rondan tu mente, cuales fueron tus amores, ambiciones y tristezas. Quiero acercarme un poco más, hablarte al oído, contarte en silencio mis pensamientos mientras miramos la luna o caminamos bajo la lluvia o nos acuchilla la luz del día.
Quiero sentarme a tu lado, mirar un film de Tornatore, tomar desayuno mientras oímos When The Deal Goes Down de Bob Dylan. Quiero empezar a caminar contigo, sumergirme en tus sonrisas, viajar por cada una de tus palabras, deshacer poco a poco aquellos senderos que nos bifurcan.
Yo no tengo nada para darte solo libros, mi literatura y mi locura.

sábado, 10 de septiembre de 2011

EL OTRO FLORENTINO ARIZA





Carlos Rivera




Después de terminar nuestro programa de radio que conducíamos juntos, el señor K me pidió que lo acompañe a tomar un café, algo que me pareció una broma cruel porque este tipo jamás salía con alguien y tampoco se le conoció amistad alguna. Es más, yo sentía hacia él solo animadversión.
Era alto, calvo de poco sonreír, rostro duro y gestos fieros como si la vida para el solo fuera una miscelánea de maldiciones. Pero accedí, con temor. Subí a su Volkswagen escarabajo, me acomodé y su voz se volvió mas afable, con ritmo pausado y paternal me miró suplicándome que solo lo escuchara a lo largo del trayecto. Quiero comentarte algo personal me dijo, ¿puedes oírme unos momentos? Noté algo extraño en él. Intrigado que me escogiera para oír sus lamentos que desde luego consideraba irrelevantes. Pero bueno, lo escuché:
Hace más de cuarenta años conocí a Virginia, ella tenia 18 y yo 21. Fue una tarde en el autobús cuando la vi leyendo un libro de Stevenson, me senté a su lado y me atreví a lanzarle mis elucubraciones literarias; platicamos acerca de sus lecturas. Acordamos encontrarnos los viernes por las tardes. Hasta que un día no soporté más y le declare mi amor: me abrazó y poco a poco mis labios recurrieron aquella ruta hacia los suyos.
Era un linda costumbre caminar por el parque de la mano y junto algún libro que hacia de cómplice; yo la miraba como si tuviera a la mujer mas extraordinaria del universo. La llevé a casa y mi madre la recibió alegre, se quedó extasiada por la belleza de sus ojos. Me sentía maravillado por ser su enamorado, viajamos, jugamos, nadamos y leíamos como dos dementes. Platicábamos de la vida, filosofía, arte y de nuestros sueños. Si vieras como comía los helados, como gesticulaba cuando cerraba sus ojitos y suspiraba cuando mi mama le preparaba esa mermelada de fresa que según ella era su delicia soñada. Todo era felicidad, sentía sumergirme en los senderos de la fantasía cada vez que enfrentaba su miarada. Hasta que un día, vino por la tarde a casa, con ojos extraños, me devolvió un libro de Julio Verne, traía un sombrero que ocultaba la intención de sus palabras, me abrazó y me besó y pude sentir en su cara el salado sabor de una lagrima. Corrí tras ella, a fin que me explicara su actitud. Como un fantasma huyó de mí, la busque en su casa y nadie me quiso abrir. Su mama cerró la puerta y amenazó con traer a los policías si continuaba con mi intransigencia. Esperé a que pase el día. Pensé que tal vez la, noche o la melancolía de la tarde provocaron ese arrebato.
Al día siguiente la fui a buscar y no había nadie. Detenidamente observé las puertas y ventanas, toqué como loco y nadie abría. Su vecino se acercó explicándome que habían viajado muy temprano todos al extranjero. Mi alma se destrozó, sentí un vértigo apoderarse de mi estomago, caminé hasta que la tarde me tragara por completo. Sin poder dormir, sin alguna respuesta de Virginia anduve en ese estado por varios años. En mi billetera guardaba su cabello como un tesoro, nunca me desprendí de el y por las tardes siempre recorría los mismos lugares donde transitábamos hacia años y bebía la melancolía de su recuerdo. La amé con toda mi alma.
Intenté amar a otras personas, pero nadie llenaba mi corazón. No supe alguna noticia de ella ni de sus familiares ni del por qué de su huida así tan desesperada: el barrio especulaba que contrajeron una deuda impagable y que tuvieron que escapar de un usurero que amenazo matarlos y no tuvieron mas remedio que marcharse. Por las tardes escribía poemas en su nombre, hice un pequeño librito de cuentos donde ella era mi heroína.
Ha pasado cerca de 40 años, estoy canoso, arrugado solo la radio me mantiene distraído de ese limbo delirante que me era imposible abandonar. Por eso amigo mío, mi tirria, mi pose de duro y cruel con los invitados del programa. Hay una herida sangrante en el corazón que no me lo cura nadie. Pero amigo mío, como es el destino, hace unos meses salí de un barcito de por aquí, tomé mi saco y marché sin rumbo. Sentí una voz aflautada a mi espalda que hablaba con otra persona: era la de mí amada Virginia con algunos cambios en la modulación de su voz, pero era ella. Volteé a verla y la saludé como si estuviera en una catarsis. Estaba gorda, con algunas canas por ahí, sus ojos se habían vuelto apagados, el pobre maquillaje no podía disimular las penas de su vida. Se deshizo de la persona y se fue conmigo. Ya no sentía ganas de besarla quería contemplarla y tomarla del brazo y caminar hasta que se perdiera la noche y llegue el día siguiente. El amor toma a esta edad otra forma, es menos pasional y más sensible a los recuerdos y cosas tan cotidianas como conversar. Me confesó la verdad de su huida. Si, era cierto lo del usurero y que la noche anterior intentó asesinar a sus padres.
-¿Me amas aun? -pregunté.
No respondió, su mirada se fue al suelo, luego en un giro de su cabeza contempló el cielo rodeando con sus brazos mi cuello.
-Pues claro que te amo-dijo casi llorando-, no he dejado de hacerlo ni un segundo de mi vida. Solo pensé en ti. Ahora, estas distinto, pero me pareces el mismo muchacho lozano y fuerte de aquellos años.
Saqué de mi billetera y le mostré el mechón de cabello que conservé durante cuarenta años cuando prometimos casarnos sellando nuestro pacto de amor de esta manera. Avanzamos y me dijo que se casó, que tiene tres hijos que viven en el extranjero, su esposo murió, en un accidente.
-¿Cual es el motivo de tu, llegada después de cuarenta años?- Volví a preguntar
-Tu..Sabia que podía encontrarte a como de lugar, sabia que tu aun pensabas en mi, pero-respondiò cayendole una tenue lagrima.
-¿Qué quieres de mi? dímelo,Me dejaste solo y miserable.-le increpé.
- No quiero nada , Sólo deseo pasar estos últimos meses que tengo de vida junto a ti-respondió,
El maldito cáncer se la llevaba amigo mío. El destino otra vez me la arrebataba. Aun así acepté cuidarla y la tuve en mi casa, hasta que ayer dejó de respirar mientras compraba poco de pan para el desayuno. Se fue a la eternidad. Después de su cremación guardé un poco de sus restos acá en mi billetera junto a su cabello. Ya no me siento solo amigo mío, ahora si puedo morir en paz: amé y espero que llegue el día que Dios me permita viajar al infinito donde ella me espera. Iré a su encuentro tal como estuvo escrito en nuestro destino.
-Señor K ¿ha leído usted El amor en los tiempos del cólera?- le pregunte después de haber oído su historia de amor
-Si… respondió mientras agachaba su cabeza como sumergido en el recuerdo de Virginia.
No creí que en ese cuerpo, alto, duro y de lenguaje pendenciero e inquisidor reposaba un ser que esperó tanto por amor. Florentino Ariza, el de la novela de Gabo ya tiene su alma contemporánea.

jueves, 1 de septiembre de 2011

LA REVOLUCIÓN DEL CORAZÓN



Carlos Rivera


Después de cuatro años de intentar hablarle y siempre salir desaforado. Después de mil y un

ensayos por crear situaciones de coincidencia. Después de conjeturar cada encuentro, por fin pude tenerla frente a mí con su sonrisa de niña, mochila al hombro y un folder entre brazos oyendo mis tribulaciones de hombre enamorado. Como siempre, uno anda en estos menesteres algo nervioso, timorato o redundante en preguntas bobas; por que el lenguaje se va de tu cabeza, solo tienes pensamientos para el ser amado y no puedes actuar con la libertad propia de un hombre seguro y firme. Pero ahí estaba, caminando por una calle a plena luz del día, con ese calor insoportable de Junio, con ese aroma revolucionario propio de este mes donde mi Arequipa acumula sus iras y despierta el león del sur gruñendo a más no poder.
Tenia una suerte inmensa: había salido de la universidad muy temprano y disponía unas horas libres para conversar. Era realmente una niña con sus chilindrinas, maquillaje al vuelo y sus dicciones que ensayaba como contestación a mis preguntas eran como de una escolar. Traté de invitarle una gaseosa, adujo que no: prefería el agua natural. Con nuestras botellas (detesto el agua) caminamos por el parque universitario, cruzamos la avenida Independencia hacia la Plaza de Armas. Los titulares de los diarios colgados en un puesto anunciaban la probable venta en unos días de Egasa y Egesur. Ese día: 10 de junio, era su cumpleaños y que mejor momento para mostrarle mis consideraciones. La llevé a una heladería, dejé que hablara de la universidad, su carrera de periodismo, sus ilusiones, la vida. Acabados los helados me ausenté un momento supuestamente para hacer una llamada. Salí rumbo a una florería, regresando con un arreglo y un pequeño pastel, quise cantarle feliz cumpleaños pero ella se intimidó sugiriendo que no hiciera ningún escándalo. Canturree bajito con mi voz vidriosa mientras sonreía tímidamente mirando las flores.
Se nos había pasado la mañana y avanzaba la tarde. La acompañé a esperar su movilidad, quedamos para volvernos a encontrar el miércoles 14. Aceptó. Desde luego esa fecha fue escogida adrede: era mi cumpleaños. Ambos éramos géminis, estudiamos (bueno, todavía era alumna de pre grado, yo egresado) la misma carrera en la misma universidad y un tanto estudiosos según comentarios maliciosos. Pero, algo nos hacia distintos: tenía 21 años y yo 32.
Diez de la mañana y aun no aparecía, llevaba media hora de retraso, creí que lo había olvidado o tal vez se arrepintió de salir con un viejo como yo y que el paseo de la otra vez no fue más que una alucinación propia de mis desviaciones enamoradizas. En tanto miraba angustiado a varios lados alguien pellizcó suavemente mi codo: era ella. Esperaba con ansias su abrazo, anhelaba sentir sus manos en mi espalda, respirar el aroma de su cabello sentir mi cara sobre su mejilla, mas solo fuimos a un parque donde me obsequio un libro que agradecí un tanto desilusionando. ¡Esperaba el abrazo!
Tal vez – pensé- busca la mejor ocasión para que nuestros sentimientos afectuosos se demuestren sin temores.
Once de la mañana y la gente con rabia en sus rostros deambulaba de un lado a otro, un grupo de universitarios arengaban insultos contra el gobierno de Alejandro Toledo. En las esquina un montón de jubilados dialogaban sobre la posibilidad de apertura de sobres y quedar en manos de la empresa belga Tractebel.
Bajando por la Avenida Goyeneche me preguntó las causas de las noticias alarmantes y de la movilización voluntaria de las personas hacia el centro de la ciudad. Yo, ejercía el periodismo en un en una emisora local y desde luego sabia de esos pormenores pero quería esta vez salir con ella sin que nadie ni nada interfiriera, ni una revuelta que ya se estaba encubando de a pocos. Díganme si el amor no anula todas las preocupaciones sean sociales o de otra índole.
Decidimos ir a la Plaza de Armas a refrescarnos con unas bebidas. Entre mas nos acercábamos la muchedumbre iba creciendo.
Ahí estaban ya los jóvenes de Juventud Socialista y sus 18 gatos, los muchachos de Construcción Civil, la FDTA, es decir el Frente Amplio en su máxima expresión y miles de personas entre jubilados, amas de casa, desocupados, universitarios. El miedo se dibujaba en sus ojos mientras ella me tomaba del brazo, y yo envalentonado como un corsario la protegía buscando cruzar la Plaza de Armas y hallar un local para distraernos y olvidarnos del griterío que desde una posición periodística me debía interesar y claro que me importaba, pero ella era mi superior preocupación en ese instante. Quería estar a su lado y disfrutar cada momento.
Los establecimientos cerraron ya que la obstrucción era evidente. Las gentes llegaban con más coraje y furia destructora: habían ya vendido Egasa y Egesur. Maldita sea dije para mis adentros, esto se va a poner feo. Suplicó que le compartiera el por qué de mis cavilaciones, un tanto serio expliqué cada detalle del proceso, umm musitó abriendo los ojos. Era la una de la tarde y tratamos de salir por la segunda cuadra de Mercaderes pero una muchedumbre de protestantes habían destrozado los vidrios de la Contraloría General de la República; la Policía fue tras ellos con su arsenal de bombas lacrimógenas; sin querer nos quedamos en medio de esa multitud compartiendo las arengas. Los policías se aprestaban a disuadirnos con gases lacrimógenos. Tuvo miedo, y sutilmente sus temblorosos dedos se deslizaron por mi hombro. La conduje a un kiosco de revistas a fin de protegernos junto a unas señoras, pero las bombas expandieron ese humo letal. Corrimos hacia una cochera y no salimos de ahí hasta que pasara el peligro. Los gritos de la gente desde distintos puntos se mostraban cada vez más desafiantes. Vagamos en medio del bullicio buscando un refugio. En el trayecto observamos centenares de personas invadiendo las calles casi de forma natural. Las barricadas parecían trincheras en espera de ser atacadas por el enemigo. En ese momento no me importaba el mundo ni esos trajines persecutorios o reivindicaciones sociales. Solo ella transitaba en los recovecos de mi mente. Nos alejamos varias cuadras lejos del albur, muchos caminaban con la radio encendida atentos a los reportes noticiosos de las emisoras, los vándalos esperaban el desmadre para hacer de las suyas. Ella sonreía, disfrutaba de la aventura, quería verlo todo de cerca y volver al centro de la Plaza de Armas donde era el punto neurálgico de la protesta. Aquel día sorteamos diversos peligros, corríamos de las bombas como dos mocosos traviesos, contemplamos a los heridos acongojados y con impotencia, hasta quisimos sacar adoquines, pero no teníamos la técnica para ello. Eran las cinco de la tarde y al grito de ¡Arequipa Revolución! Intenté hallar un lugar de reposo donde pudiera decirle que la amaba con toda mi alma. Nos dirigimos hasta la Avenida Salaverry pensando que había carros para su casa: todo era piedras y revoltosos que impedían cualquier paso de vehículos, opté por acompañarla y caminamos hasta su casa. Era el hombre más feliz de la tierra; estuve casi todo el día con ella y no sentía hambre ni cansancio, ni miedo. En el trayecto seguíamos platicando sobre la asonada recordando detalles de nuestra experiencia, proferí que esto no pasaba de un día y que rápidamente el gobierno lo solucionaría. Desde luego, me equivoqué. A escasas dos cuadras de su morada le supliqué que me diera un momento. Me hice de sus manos tibias y las puse cerca a mis labios sin que ella dijera algo, busqué las palabras en los recovecos del corazón, me miró con una ternura infantil e inclinó su cabeza y deshaciéndose de mis dedos habló: disculpa pero solo me agradas como amigo. Se marchó con un beso lastimero.
Sin rumbo deambulé por las calles atiborradas de piedras y llantas quemadas, anduve como un muerto, abrí la puerta de mi cuarto y envuelto en las sabanas me eché a llorar.
A veces mis amigos me preguntan: “¿por qué te has vuelto comunista?, ¿por qué estas siempre con tu cantaleta de vamos al paro o Arequipa revolución?, ¿por qué tu ira contra el sistema?”, ¿por que dejaste el periodismo? ¿Por que ya no escribes? Siempre respondo lo mismo: “La realidad y los abusos del imperialismo son inaceptables y que este gobierno lacayo defiende interés leoninos y que no puedo quedarme con los brazos cruzados”.
Nadie sabe que salgo a esas manifestaciones y observo a la gente y busco el eco de su imagen para que me salve de esta catarsis. Después de seis años, continúo con la esperanza de hallarla, aunque sea en espíritu. Murió el mismo día que acabó la revolución mientras en medio de la Plaza de Armas la gente bailaba la pampeña y celebraba la victoria.

DEBATE : DERECHO Y LITERATURA:LOS CONFINES DE LA CRÍTICA Y DEL EJERCICIO LITERARIO





NOTA DE PRENSA

A nombre del Centro Cultural Peruano Norteamericano y la Asociación Cultural La Casa de Cartón invitamos a los medios de comunicación, profesionales, estudiantes universitarios y público en general al debate denominado:






LITERATURA Y DERECHO
LOS CONFINES DE LA CRÍTICA Y DEL EJERCICIO LITERARIO






Actividad donde el crítico literario y profesor universitario Willard Díaz y el abogado y periodista Juan Carlos Valdivia Cano expondrán sus puntos de vista y posiciones sobre el tema convocado.

Acontecimiento que se realizará el día jueves 8 de setiembre del presente a horas 7:00 pm en los ambientes de la Biblioteca del Centro Cultural Peruano Norteamericano. Evento que tendrá como comentaristas del debate, al abogado Jayme Coaguila Valdivia y al escritor Orlando Mazeyra Guillen y como moderador el periodista Carlos Rivera.



Arequipa, 30 de agosto del 2011
Se agradece su difusión


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RONALD GUTIERREZ APAZA
COORDINADOR DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL
LA CASA DE CARTÓN